Luminosa en su despedida

Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

A las 5:14 p.m., el telón abrió y la descubrió con su orquesta en una rápida introducción que, con el ánimo de una narrativa teatral, empezó a contarle su historia a la audiencia. La niña que quería bañarse en el mar, pintar, ser libre, y con el tiempo, lo consiguió.

Si me pudieran ver fue el tema con el que abrió la velada antes de saludar a quienes la vinieron a escuchar.

"Muchas gracias", dijo ante los aplausos. "¿Cómo estamos? Estoy feliz de que estemos juntos. Gracias por acompañarme en esta última aventura".

La aventura narrada y cantada siguió con temas como Siempre me tendrás a mí, Killing Me Softly y Sin saber por qué, el tema que, dijo, fue el primero que grabó.

"Era increíble que mi voz sonaba en la radio, y era yo", manifestó con su mezcla de coquetería y elegancia al recordar que un productor estaba encantado con ella porque decía que era "un diamante. en bruto", y todos rieron en la audiencia ante su aclaración.

En su repaso de memorias entremezclado en su repertorio ecléctico, los aplausos estaban desde antes que acabaran canciones como Beso a beso. dulcemente y Paloma, y ella, con su suit negro de chaqueta y pantalón entre lentejuelas y transparencia, agradeció emocionada. Recordó que en 1978 grabó su primer disco en directo y de ahí interpretó Parole, Parole. Y, para dar paso a Juntos, evocó tiempos idos con la proyección de un vídeo de la Paloma más joven.

Fue entonces que mencionó a Evita, el musical por el que tantos la identificaron, y la siguen identificando. Los aplausos sucedieron. "Todas querían ser Evita, y yo...

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