Macho Man

Miguel Rodríguez Casellas

Schatz había dejado de ser el mimado de la barbería, tras la ronda de cantazos que él y su nébula de amigos han recibido por vía estatal y federal. Algunos hasta cuestionan su hombría, que siempre es cuestionable cuando no para de testimoniarla.

El chantaje en torno a los fondos del museo ponceño ha devuelto al boricua-bávaro a los primeros minutos del noticiero. Con Santini en pleno proceso de rehabilitación preeleccionaria, que incluye un tono de alocución más blandito, el camino al estrellato viril se libera para Schatz.

Sugiero cautela frente a un guión claramente ensayado. La movida es muy simple, y no es nueva: Schatz grita, aglutina a la derecha vulgarota de su partido, mientras Fortuño, ademán de buena familia en mano, lo contradice, y así el derechismo fino, y el centrismo realengo post-ideológico, renueva votos de confianza en el muchacho de Marista, tan gentil, tan sosegado.

Esta campaña electoral ha recentrado el debate en el carácter de los candidatos, precisamente porque no lo tienen, de ahí que Schatz recapture el protagonismo político con pasmosa facilidad. Un patriarca organiza el caos con...

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