Una madre espera que salga el sol de la justicia
Por Miguel Díaz Román
mdiaz2@elnuevodia.com
Han pasado diez meses desde que ocurrió el fatal incidente y hasta ahora ni la Policía ni la fiscalía de Carolina han radicado acusaciones contra el presunto culpable, Gilberto Hernández Tapia, de 58 años de edad, quien es vecino de la urbanización Eduardo J. Saldaña en Isla Verde.
"Esto no es justo. Le están dando largas y poniendo excusas para no llevar a la persona que mató a mi hijo a la corte, quizá porque él es un muchacho de caserío y para la Policía la gente de caserío no vale nada. Y no es justo porque mi hijo era un menor de edad que no tenía vicios y que estaba bien saludable", dijo compungida Delgado en la sala de su casa, un modesto apartamento interior en la urbanización Vista Mar en Carolina.
Henry Escajadillo, esposo de Delgado y padrastro de Rivera Delgado, explicó que el joven vivía con su abuela materna en el residencial Sabana Abajo, próximo al lugar donde ocurrió el accidente. "Ese día el vino a nuestra casa a saludar a su mamá y a felicitarme a mí en el Día de los Padres. Se fue de aquí y a los diez minutos tuvo el accidente. Nos llamaron diciéndonos que el nene estaba tirado en el suelo. Yo no entiendo esto, pero al que mata un animal lo meten en la cárcel, pero el que mató a este muchacho no le ha pasado nada. es que la vida de un animal vale más que un ser humano?", cuestionó indignado Escajadillo.
Cansados de la inacción de las autoridades la pareja radicó una querella en la Policía contra la agente, Jamnise M. Elías Bacó, quien investigó el accidente, y contra el fiscal Pedro Hernández, quien también forma parte de la pesquisa.
El día de los hechos Hernández Tapia conducía un Mitsubishi Technica color gris y estaba ebrio. Mientras transitaba por la carretera 190 se topó con tres jóvenes en bicicleta, entre los que estaba Rivera Delgado, a quien también apodaban "Calvita". "El señor iba bien rápido y le dio a mi nene. El impacto fue bien grande porque mi hijo cayó sobre el cristal del frente del carro. La bicicleta quedó pegada en el 'bumper' del carro y mi hijo después cayó en la capota y voló como cuatro pies más. El señor estaba tan borracho que se quería ir y los amiguitos de mi hijo le dijeron que no se podía ir y dejar al nene allí tirado", explicó la madre.
El informe de la Policía, suscrito por la agente Elías Bacó, indica que Hernández Tapia arrojó .19 en la prueba de alcohol. "La agente (Elías Bacó) llegó como cuatro horas después del accidente, cuando estábamos...
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