Madre que ruega por Justicia

Por Daniel Rivera Vargas

end.drivera2@elnuevodia.com

Hace un mes, cumplido exactamente el día en que su familia fue entrevistada para esta historia, el joven fue asesinado en este pueblo.

Compungida en la sala de su hogar en el sector La Tosca de Cidra, Carmen Lydia Pérez Cintrón, de 49 años y madre de la víctima, ruega por justicia dirifiendo la mirada hacia e altar dedicado a la memoria del segundo de sus tres hijos.

"El hijo mío no se merecía esto. Lo que (el asesino) hizo fue un abuso. Si aquí no te hacen justicia -dice a una de las fotos del joven-, ahí arriba hay un Dios que sí te hará justicia", manifiesta la mujer.

El asesinato de Báez Pérez ocurrió el 21 de julio de 2013 a las 9:40 p.m. en el negocio El Cepo del barrio Rincón de Cidra, durante una actividad de vehículos todo-terreno, conocidos como "four track", en medio de una discusión, según la Policía. El ataque fue presenciado por muchos de los presentes, incluido al menos un menor de edad, según las autoridades.

Por estos hechos figura como acusado, y como uno de los más buscados por la Policía de la región de Caguas, Jovanny del Valle Bermúdez, de 25 años y vecino del sector Segunda Barriada. Contra el fugitivo pesa una fianza de $900,000.

Transcurrido apenas un mes del acto violento que le arrebató a Báez Pérez, la familia tiene fresco el recuerdo del joven. El pequeño altar de la sala incluye mensajes como "Francisco, te recordaremos siempre" y "no decimos adiós sino hasta luego". La madre conserva la camisa con el rostro de su hijo que se usó durante el funeral, un evento bien concurrido debido a la gran cantidad de amigos de su hijo, recuerda la progenitora.

"Hoy (miércoles) son los rosarios del mes y parece que fue ayer. Esto fue tan rápido que todavía no caemos en tiempo", comenta Pérez Cintrón mientras muestr a fotos de su hijo.

Amante de los gallos de pelea, de los caballos y del gimnasio, Báez Pérez llevaba alrededor de seis años empleado en una empresa de demolición y no se metía en problemas con nadie, cuenta Pérez Cintrón, exempleada de la Administración de Reglamentos y Permisos (ARPE). En entrevistas por separado, la Policía ha confirmado que el joven tenía buena reputación.

"Buen hijo, buen hermano. No tenía nada que fuera de él. Si alguien lo ocupaba ahí estaba. Trabajaba cinco días, descansaba el sábado y el domingo salía", señaló la madre.

Desde la sala de su humilde casa, que mira hacia las montañas cidrenses, la madre muestra fotos de su hijo en las...

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