Maestro Rolinpín

Por Las Tres

-Corre Manolo que apretó el aguacero, solicitó Manuel desde la entrada de la casa donde la lluvia propiciaba una lavada gratis para la 4runner.

Los ajustes económicos implantados en casa de los Rivera no se limitaban a las tutorías de matemáticas que ofrecía Carmela sino que aprovechaban el agua que el cielo les regalaba y les permitía estirar el peso.

Ese domingo, mientras Manolo y Manuel se sumergían en menesteres automovilísticos, un nuevo estudiante ponía a prueba las dotes pedagógicas de Carmela.

-Rolinpín, tienes que usar la imaginación. Si el problema dice...

-El enunciado matemático, así dice la misi, interrumpió a Carmela el niño de segundo grado llevado con carácter de urgencia ese domingo.

-Perfecto, si el enunciado matemático dice 9 + 5 tienes que cerrar los ojos y pensar que ves un nueve. Luego los abres, sacas cinco dedos de tu mano y empiezas a contar comenzando con el nueve, instó Carmela mientras levantaba los cortos dedos de su alumno.

-A ver, súmalos, le pidió luego que la mano con uñas repletas de plasticina estuvo lista.

-Yo sé misi. Nueve en mi mente -recitaba Rolinpín con los ojos cerrados que luego abrió- y ahora... 10, 11, 12, 13 y...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR