Maestros por vocación

Por Gloria Ruiz Kuilan

gruiz@elnuevodia.com

Durante la última década, sólo un año (2006-07) reflejó una leve baja que obedece a un mayor rigor en los índices académicos de entrada requeridos por las universidades que preparan maestros, dijeron catedráticas en Educación. Precisamente ese factor ha tenido el efecto de conformar un maestro(a) más sofisticado y comprometido con su faena diaria, dijeron.

"La vocación, la determinación de servicio los guía. Ellos quieren ser maestros. No es por accidente que llegaron ahí como ocurría hace 20 ó 25 años, que si un estudiante no le iba bien en Ciencias Naturales, le decían: 'vete de maestro'", dijo la catedrática en Educación de la Universidad del Este (UNE), Amarilis Figueroa.

Las mayores exigencias y rigurosidad del campo también son evidentes al comparar la cantidad de universitarios que ingresan a las facultades de Educación y los que terminan estudios y se convierten en maestros. "Son muchos los llamados y pocos los escogidos", dijo Figueroa.

"El campo de la Educación es muy atractivo y muchas personas lo favorecen porque a pesar de las cosas negativas que dicen muchas personas, produce una gran satisfacción", dijo la catedrática en Educación del Departamento de Estudios Graduados de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, Alicia Castillo.

"Pero los que entran a los programas según van pasando por los cursos se dan cuenta que esto requiere compromiso, mucha vocación, responsabilidad, dedicación, sacrificio... No es lo mismo que te lo digan a que lo veas", dijo Castillo para explicar por qué entran tantos y la cifra de egresados disminuye significativamente.

Eso lo confirma el maestro de matemática -con 23 años de experiencia- de la escuela pública University Gardens, Leonardo Torres. "Lo mejor es la satisfacción de hacer un cambio, de enseñar. Estamos ayudando a forjar el futuro de las personas. Lo más difícil es que el maestro es 24/7. Después de las 3:00 nos llevamos los exámenes, el trabajo para las casas. En verano nos preparamos", dijo Torres, quien tiene una "receta" sencilla para no frustrarse por las adversidades del sistema público de enseñanza: adaptarse a las situaciones sin que eso implique resignación.

Figueroa y Castillo explicaron que el mayor control de calidad de las universidades obedece a la aprobación en el 2001 de la ley federal "No Child Left Behind" -que impactó directamente la educación de la Isla en el 2005-06. Con el estatuto, el Departamento de Educación (DE)...

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