Magnífica clausura

Por Luis Hernández Mergal

Especial El Nuevo Día

Como todas las mejores obras de Prokofiev, el "Concierto núm. 3 en do mayor, Op. 26" contiene una perfecta combinación de intensa energía y lirismo. La interpretación del joven pianista ruso Denis Kozhukhin se distinguió tanto por su precisión técnica como por su colorido. Es éste un concierto juvenil, con una contagiosa joie de vivre muy bien comunicada por Kozhukhin. La integración entre el pianista y el director dio por resultado un buen balance general. Los contrastes entre percusividad y lirismo en las variaciones del segundo movimiento fueron bien logrados. En la sección central del finale la expresividad de Kozhukhin parecía un poco fría, pero la conclusión del movimiento fue de un virtuosismo deslumbrante. Kozhukhin ofreció de encore el apacible "Preludio en si menor" de Alexander Siloti, transcripción libre de un preludio de J.S. Bach.

La "Sinfonía fantástica, Op. 14" de Héctor Berlioz es quizá la obra emblemática del romanticismo programático del siglo diecinueve. También, como la de Prokofiev, una obra juvenil, llena de pasiones y emociones extremas, y expresadas en una partitura de un virtuosismo orquestal sin...

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