Mala noche en tarima

Por Carmen Graciela Díaz

Especial El Nuevo Día

Con el esperado concierto que Calle 13 ofreció la noche del sábado en el Isla Grande Pier en San Juan sucedió exactamente lo que, posiblemente, sus detractores temían. La convocatoria fue exitosa: 25,000 personas aceptaron el llamado del grupo liderado por René Pérez y Eduardo e Ileana Cabra ya fuera por ser fanáticos, por curiosidad o por ganas de participar en una "fiesta de locos", como se titula una de sus canciones. La ausencia de tres años de su casa, sus éxitos y el compromiso social que han mostrado alimentaron, sin duda, las ganas de muchos.

Esa noche de baile, canciones y energía incluyó arte en el escenario, un reclamo de justicia por las muertes de Carlos Muñiz Varela, Filiberto Ojeda y Santiago "Chagui" Mari Pesquera; un llamado por la liberación del preso político Óscar López Rivera y la intervención del niño Jay Liván Díaz, de la barriada Morales en Caguas, con un mensaje en nombre de los proyectos de su comunidad.

En cuanto a música se refiere, el concierto de Calle 13 trajo a tres invitados: Rubén Blades, Tego Calderón y Lucecita Benítez. Para cantar Latinoamérica, Calle 13 contó con la compañía de Benítez y aunque la reacción del público fue de puro entusiasmo al verla, una vez entonó el coro originalmente interpretado por la colombiana Totó la Momposina, la peruana Susana Baca y la brasileña María Rita, se percibió de inmediato que algo andaba mal pese al apoyo que Ileana le dio en su intervención.

Benítez cantó fuera de tiempo y para pesar de sus fanáticos no logró reponerse en un tema clave para Calle 13. La letra de Latinoamérica y la riqueza musical de su composición es, precisamente, un espejo...

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