Malas noticias

JORGE RIGAU

ARQUITECTO E HISTORIADOR

A cualquier nivel académico, enseñar requiere contrarrestar paralelamente múltiples fuerzas que, fuera del salón de clases, deshacen lo que dentro del aula se trata de lograr a diario. Algunas responden a factores culturales y económicos que, tildados de complejos (porque lo son) se descartan como insolubles (aunque no siempre lo sean). Tales factores lastran la labor pedagógica del maestro, obligándole a fungir en la escuela alternadamente como papá, mamá, tutor, consejero, confesor, psicólogo, trabajador social y terapeuta, cuando no agente del orden. Cada instructor hace lo que puede, y más de lo que debe, porque entrenamiento para todo ello no tiene.

Como si eso fuera poco, a diario, la cotidianeidad isleña -la calle- también contribuye a desarticular las labores de enseñanza. Muchas son las instancias que lo ilustran, pero pocas son tan deplorables como el analfabetismo del que hace alarde cada canal de televisión al incorporar subtítulos en sus noticieros. Quien recurre a este "feature" opcional para constatar lo que se dice, tropieza con una retahíla de desaciertos que a ningún supervisor de la estación parece molestar: "acicones" (acciones); "ellagados" (allegados); "critsla" (cristal); "enbtre" (entre); "minucipio" (municipio); "aprque" (parque); "reincheck" (raincheck); "van aver" (va a haber); "osn caoss" (son casos). A Quebradillas y Hormigueros hace tiempo le robaron su "s" final. Al tolerar esos errores, la estación envía la señal equivocada: la gramática no importa.

Como resultado, se sabotea lo que todo maestro (tanto sea de español como uno meramente consciente de la importancia del idioma) pretende lograr. La situación lleva tiempo. Resulta inexcusable que los medios de comunicación se desentiendan del rol líder que tanto reclaman a la hora de promoverse como imán de audiencias extendidas. En tiempos en que la imagen reclama tanta fuerza o más que el mensaje mismo, no podemos subestimar el impacto nefasto de acostumbrarse a leer subtítulos plagados de errores gramaticales y...

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