MALTRATADA LA TIERRA Y EN MEJORÍA EL AIRE
Por Gloria Ruiz Kuilan
gruiz@elnuevodia.com
Quizás el cielo pasaría la prueba para servir de inspiración porque el aire de nuestra Isla no violenta la reglamentación federal. Pero nuestro suelo canta otra tonada.
"La tierra posiblemente es de los (recursos) más abusados en Puerto Rico porque hemos diseñado toda nuestra estrategia de espaldas a la realidad que tenemos de extensión territorial", dijo el ecólogo, Alexis Molinares.
"No sólo desarrollamos mal sino que hemos puesto toda la infraestructura que hace falta -capital social y económico- en áreas de mucha vulnerabilidad. No hemos pensado en nuestro espacio", agregó.
Los indicadores patentes de esa improvisación con el terreno son la ausencia de un Plan de Uso de Terrenos y la acelerada pérdida de terreno agrícola que se le cede al cemento.
El planificador José Rivera Santana recordó que para la administración de Sila María Calderón germinó un Plan de Uso de Terrenos, pero jamás creció. "Nunca hemos tenido un Plan de Uso de Terrenos porque no ha habido voluntad para hacerlo. Ha habido fuertes presiones para que no se haga", sentenció.
"En ausencia de un Plan de Uso de Terrenos, la política pública fragmentada pierde capacidad de implantación", añadió.
Apuntó que las acciones con el recurso suelo repercuten sobre otros de igual importancia como el agua. "Por ejemplo, el embalse más importante de Puerto Rico es el terreno porque el agua de lluvia cae en el terreno. Si manejamos bien el terreno, vamos a tener buenos cuerpos de agua".
Pero la tendencia señala hacia otra dirección. La gráfica de pérdida anual de suelos agrícolas es una pendiente, dijo el director del Instituto de Dasonomía Tropical, Ariel Lugo. "En la última década hemos perdido 100,000 cuerdas de terreno".
Sólo en cinco años y en gran medida por la construcción y la infraestructura que ésta demanda se ha perdido 19% del terreno agrícola. La cifra es enorme si se toma como referencia que en las pasadas tres décadas la pérdida de este terreno fue de 30%. Para el 2007 había sólo 557,530 cuerdas de este terreno, según el Censo Agrícola, dijo Rivera Santana.
Se cree que la demanda por casas seguirá en ascenso ya que en la Isla hay una necesidad de 20,000 viviendas al año. Con este ritmo vertiginoso, la pregunta crucial es cuándo no habrá más terreno. Una interrogante para la que no hay respuesta, dijeron los expertos porque depende de muchas variables que no se pueden predecir como el ritmo de crecimiento de la población. "No...
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