Hubo señales de maltrato

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

Estas tardanzas junto al terrible desenlace con homicidio del bebé Carlos Humberto Santiago, demuestran los riesgos detrás de las miles de denuncias de maltrato que permanecen atrasadas en las Unidades de Investigaciones Especiales del Departamento de la Familia.

Contra Rodríguez había denuncias de maltrato desde el 2011, cuando la mujer vivía en el barrio Playa de Guayanilla. También se registraron referidos de maltrato cuando la mujer vivía con su hijo de 4 años y su recién nacido en Santa Isabel.

El único referido realmente investigado por la agencia se denunció en agosto de 2011. No obstante, las entrevistas hechas por los trabajadores sociales se dieron hace apenas dos meses. Es decir, más de un año después. La pesquisa validó el maltrato y se comenzó a trabajar un plan de servicios, que nunca fue completado. Fuentes de El Nuevo Día aseguran que el expediente del caso señala que nunca se asignó un trabajador social como manejador del plan.

Las otras dos denuncias de maltrato no se investigaron a fondo. Una de estas, hecha en diciembre de 2011 fue prácticamente ignorada por la agencia. Por otro lado, la querella más reciente, de octubre de este año, simplemente se unió al caso que fue fundamentado ese mismo mes, pero por la denuncia previa.

Las denuncias en estos primeros dos referidos eran suficientes para que se realizara una investigación intensa, se abriera un plan de servicios y hasta se auscultara la remoción de los infantes, explicó el exdirector de Adfan, Víctor García Toro.

"Es inaceptable... Había los indicadores de maltrato", dijo García Toro.

En esos referidos se alegaba que la mujer vivía en condiciones infrahumanas y se describía un consumo de bebidas alcohólicas que imposibilitaban por momentos a Rodríguez tener control de sus hijos.

Para la agencia, sin embargo, el problema surgió cuando Rodríguez se mudó a Puerto Nuevo. Según explicó Audry Ortiz, coordinadora de la Unidad de Respuesta Rápida del DF, Rodríguez no notificó su cambio de residencia a la agencia, lo que interrumpió el programa de servicios que tenían para la mujer. "Si ella no se hubiese mudado y se hubiese mantenido bajo el plan de servicios que tenía la agencia para ella, tal vez el desenlace hubiera sido diferente", dijo Ortiz.

Rodríguez fue acusada el jueves de asesinato en primer grado. Su pareja, José Miranda, por su parte, fue imputado de encubrimiento y maltrato de menores.

De acuerdo con la...

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