Mandela, un hombre de convicción

ESTEBAN GONZÁLEZ DOBLE

PASTOR GENERAL IGLESIA DISCÍPULOS DE CRISTO EN P.R.

Nelson Mandela, "Madiba", es uno de esos seres especiales que Dios les regala a los pueblos y a la humanidad para que con sus proyectos de vida fortalezcan la visión de que existen otras maneras de vivir y disfrutar de un mundo distinto. Un mundo que sea capaz de no estar mediatizado por los intereses individualistas que menosprecian al otro ser humano, basado en su raza, color de piel, estrata social o de género, hombre o mujer, entre tantas otras, que en la creatividad pecaminosa, los humanos somos capaces de producir.

Nelson Mandela no muere aún cuando ha sido llamado a la eternidad, pues sus obras le siguen y su mensaje de vida sigue martillando a la conciencia, no sólo de los que luchamos por un mundo mejor, sino en la de todos aquellos que continúan fomentando la segregación y la fragmentación en tantas instancias de la convivencia social y mundial.

Muchos se preguntan, ¿cómo un solo hombre pudo lograr estas transformaciones?

No tengo una contestación absoluta para esta pregunta. Sí puedo afirmar que una de las fortalezas, si no la mayor, que tenía Mandela, era su convicción profunda, cuyo norte era la dignidad y la igualdad de los seres humanos. De ahí surgen los derivados naturales para defender lo que se cree, la transparencia para fortalecer la consistencia, la firmeza para no...

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