EN LAS MANOS DE ALICIA
Por Ismael Fernández Reyes y Nilka Estrada Resto
Especial para El Nuevo Día
"Tienen que dramatizar el momento", es una de las directrices que imparte a la nueva promoción de jóvenes figuras de la compañía.
El caminar de Alicia Alonso es lento y requiere de la ayuda de su inseparable esposo Pedro Simón y un ayudante para moverse. Durante la entrevista con El Nuevo Día es Pedro quien le da indicaciones. "Alicia, levanta la vista", le recuerda, a lo que ella, con una risita suave y pícara a la vez, accede. De sus movimientos siempre elegantes sobresale el dominio de los brazos y la gran expresividad de las manos de finísimos y largos dedos que Rodón captó en sus pinturas.
A los 92 años y aquejada por una ceguera parcial, Alicia Alonso asume hoy la dirección general del Ballet Nacional de Cuba con la misma intuición, pasión y determinación con que creó la compañía de baile que este año celebra su 65 aniversario inmerso en giras y festejos y mucha danza. Como este año, además, se cumplen siete décadas del famoso debut de la artista en Giselle, el grupo aprovechará para rendirle tributo a su fundadora por una vida repleta de glorias propias y para su país. Uno de estos logros es el desarrollo, junto a los hermanos Alberto y Fernando Alonso, de la escuela cubana de ballet de la fusión única entre la danza teatral tradicional y los rasgos esenciales de la cultura cubana.
El Nuevo Día tuvo acceso a uno de los ensayos de la compañía de baile cubana, durante una visita de varios días a su sede en el Gran Teatro de La Habana, antes de que éste cerrara para ser sometido a un proceso de restauración que tomará gran parte de 2013. En una entrevista exclusiva, la famosa bailarina y coreógrafa reconoció la aportación del maestro boricua José Parés en la etapa de formación del ballet Alicia Alonso, que derivó en el Ballet Nacional de Cuba, y compartió lo que ha hecho especial a este cuerpo de baile en la escena internacional. De la relación entre Cuba y Puerto Rico recordó las experiencias con otro prodigio de las artes, el pintor boricua Francisco Rodón. Y de paso, también le envió un mensaje a los artistas cubanos en el exilio.
La diva, formada en la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro Arte Musical de Cuba y The School of American Ballet de Nueva York, recalca la importancia de los talleres de danza y destaca que el mestizaje de las distintas técnicas y estilos es imprescindible en la formación de un buen bailarín. Algo que ha hecho especial al ballet...
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