Manos amigas para que Carlitos deje de golpearse

Por Osman Pérez Méndez

osman.perez@gfrmedia.com

Recientemente, no obstante, una doctora especialista en genética le indicó a la familia de Carlos Gabriel Soto Pérez que una rarísima condición de origen genético, descubierta apenas en el 2009 en Alemania, podría ser la que padece el niño.

El primer paso para precisar ese diagnóstico, sin embargo, es un costoso examen. Entretanto, a Carlitos le urge una silla especial que le sujete piernas y brazos para que no se haga daño a sí mismo y a quienes están a su alrededor.

Y ayer decenas de personas respondieron al llamado para ayudar a este niño a través de una actividad llamada "Un paso adelante por Carlitos", que se llevó a cabo en la cancha municipal Francisco "Pancho" Padilla de Arecibo, y que contó, entre otros atractivos, con casas de brincos, payasos, música, venta de comestibles, estilistas y rifas.

"Él tiene múltiples condiciones: autismo, retardación mental, trastornos metabólicos, alergia severa, agresividad severa", explicó Brendaliz Pérez Romero, la joven madre de Carlitos, mientras se aseguraba de atar a su hijo a la silla de posiciones que le presta su escuela de educación especial.

"Ya hemos visto a todos los especialistas posibles en Puerto Rico, hemos intentado todo, dietas, tratamientos, no ha funcionado nada", añade Brendaliz. "Hay unos estudios sobre una posible mutación genética, fue un descubrimiento en 2009 en Alemania. La doctora geneticista va a tratar de contactar a Alemania a ver si consigue más información. Él sería el primer caso en Puerto Rico".

Mientras habla, Carlitos se golpea constantemente con movimientos involuntarios, ya sea de su cabeza, sus brazos o sus piernas. A veces se detiene por un momento y entrega una sonrisa, pero de inmediato se vuelve a golpear.

Sus manos tienen unas extrañas callosidades que se le han formado con el paso de los años en los puntos donde con más frecuencia se muerde. También tiene una marca en la frente y a menudo se le inflaman las orejas por los golpes que se da, y acaba con infección de oídos. Para evitar que se haga más daño, le colocan un casco protector.

De repente se interrumpe la conversación cuando Carlitos le da una tremenda mordida en un brazo a su mamá.

"A esto no se acostumbra uno nunca. A veces ya esperas el golpe, pero otras te toma de sorpresa y da bien duro", lamenta la joven madre soltera, quien también tiene otra hija apenas un año menor que Carlitos que "gracias a Dios no tiene ningún padecimiento".

Según...

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