Mantengo cultural

RAFAEL A. TORRECH SAN INOCENCIO

HISTORIADOR

Han pasado dos décadas desde ese episodio. Yo era el bisoño oficial de programas de una emergente fundación local y mi tarea era explicar la lógica del financiamiento externo. O en otras palabras, la diferencia entre una donación y una subvención ("grant") local y federal.

Postulaba la necesidad de articular proyectos basados en resultados, no meramente en procesos y actividades. Proponía convertir el "mantengo cultural" de millones de dólares en donativos, sujetos irremediablemente a los vaivenes del gobierno, en intercambios racionales de recursos a cambio de obras concretas. Trasformar dádivas en proyectos, enfocados deliberadamente en obtener logros constatables y medibles entre una población particular que los necesitara y aprovechara.

Hoy esto debería ser obvio. Pero no lo es. Debe ser la mentalidad colonial, pero en el país seguimos pidiendo limosna gubernamental en vez de gestar inversiones para el cambio. El paternalista mantengo gubernamental fosiliza la evolución natural de las organizaciones culturales, las aísla de sus comunidades y públicos naturales, y les priva de la libertad de acción y expresión que sólo se logra mediante una gradual autosuficiencia.

Una organización dependiente, cuya sobrevivencia pasiva es su único fin y que no propicia cambios en la comunidad, es cómplice involuntario del comején de dependencia que socava el País.

Esta dependencia ceba nuestro...

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