Maratonista de oro

CAYEY.- Mateo Negrón Burgos, de 80 años, regresa hoy a medirse frente a los miles de corredores que participan del Medio Maratón San Blas, como lo ha hecho por décadas.Entre las más de 700 medallas de carreras que cuelgan de unas vigas en su casa, hay 23 que dan cuenta de su participación en ese evento de 21 kilómetros, que hoy celebra su edición 58. Hace más de 30 años que el cayeyano empezó a participar de este maratón, considerado como uno de los eventos de fondismo más importantes del mundo.Su delgadez, espalda derechita e impresionante agilidad y flexibilidad, que le permiten doblarse y tocar el piso con las puntas de sus dedos y levantar la pierna a la altura de su torso, dan cuenta de la disciplina física que mantiene desde que tenía 38 años."Yo pesaba 220 libras y comía como un caballo. Ya me había dado un infarto y un hermano de la iglesia me dijo: ‘Vamos a la pista a caminar’, y vi gente corriendo y dije: ‘Yo quiero hacer eso’. Empecé a correr maratones y creo que el tercero que corrí fue el San Blas," cuenta Mateo en una entrevista en la que habló de su rutina de ejercicios y nutricional, de su fe religiosa y de su afición a la lectura.Ha estado en tantos maratones que ya perdió la cuenta. "La única evidencia que tengo son esas medallas que están ahí porque antes de eso no daban medallas, ni camisetas, ni trofeos. Hay como 700 medallas y como 58 trofeos, y algunas se me han perdido", dice el cayeyano, para luego estimar como en 1,500 los maratones en los que ha participado.Sobre su entrenamiento, dice que "he corrido cuanta jalda tú ves por aquí en Cayey. He ido hasta el pie de Caguas, hasta la salida para Aibonito…". Para prepararse, cubre distancias combinadas. Algunos días corre de 12 a 13 millas. Antes del San Blas, las redujo a ocho y, a veces, hace seis, cuatro o tres. "Si corres siempre largo, se va a afectar el cuerpo y si corres siempre cortitito, no tienes resistencia para carreras largas", afirma.En general, corre seis días a la semana, como parte de una rutina que incluye hacer labores de agricultura o carpintería en las mañanas, almorzar, ver las noticias y tomar una siesta. Poco después de las 3:00 p.m., sale a correr.Asegura que, aunque corre en la tarde cuando el calor es fuerte, no se afecta porque se hidrata bien antes y después; y evita llevar botellas de agua mientras se ejercita. "Yo no pierdo tiempo en eso; corro hasta cuatro horas sin tomar agua. A veces, mastico hierbas como cohitre, retoyos de mangó o...

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