Mari Carmen Aponte no cesa de abrir camino

WASHINGTON D.C.- Cuando concluyó sus funciones como secretaria adjunta de Estado para Latinoamérica, en el último tramo de la administración de Barack Obama, la embajadora puertorriqueña Mari Carmen Aponte consideró que su carrera en el servicio público llegaba a su fin. Pero, después del torbellino generado por la administración de Donald Trump, el presidente Joe Biden volvió a reclutarla.Aponte, que había sido embajadora en El Salvador, aceptó liderar la sede diplomática de Estados Unidos en Panamá, puesto para el cual fue confirmada en septiembre de 2022. La embajadora boricua presentó sus cartas credenciales, el 14 de noviembre de ese año, ante el gobierno de Panamá.Aponte ha sido funcionaria, abogada en la empresa privada, activista y mentora de muchos puertorriqueños e hispanos en esta ciudad. La diplomática puertorriqueña llegó a Estados Unidos cuando era adolescente. Desde el tercer año de escuela secundaria, se fue a estudiar a una escuela católica privada en Nueva York para prepararse mejor y dominar el inglés, pues su padre le insistió en que, como preámbulo a una carrera profesional, debía "poder navegar sola en su vida"."Para él, y también para mi mamá, pero especialmente para él, que yo tuviera independencia y me pudiera defender y abrir camino sola era muy importante", señaló.Realizó su carrera universitaria en Filadelfia -bachillerato en Rosemont College y leyes en Temple University-, donde considera que fue la primera mujer puertorriqueña en practicar Derecho. El ejercicio de la abogacía la vinculó con clientes de Puerto Rico, como el fenecido alcalde de Caguas, Ángel O. Berríos.A la capital estadounidense, donde ha tenido su domicilio durante los últimos 44 años, Aponte llegó como becaria del programa "White House Fellows" de la Casa Blanca de Jimmy Carter, en 1979. Una vez terminó su asignación en la Casa Blanca, en un programa que tiene un año de duración, se fue a trabajar a un bufete en Washington D.C., desde el cual comenzó a vincularse con la comunidad hispana de la ciudad, junto al también abogado boricua José "Yeyo" Ortiz y el mexicoamericano Eduardo Peña."No había muchos puertorriqueños (en la zona de Washington D.C.) y casi todos trabajaban en el gobierno federal", recordó Aponte, en una reciente entrevista por Zoom, al indicar que el incremento en la población boricua del área "ha sido un gran cambio y muy positivo".En sus primeros años en la zona, comentó que percibía que tenía que formar su propia oficina o bufete de abogados...

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