MARÍA DEJA DURAS LECCIONES PARA LA CONSTRUCCIÓN

“Si hay algo que podemos decir, es que debemos aprender de esta experiencia del huracán María para hacer las cosas mejor”.

A menos de 24 horas de que el poderoso ciclón con vientos sostenidos de 155 millas por hora entrara a Puerto Rico, el arquitecto Ricardo Álvarez Díaz, presidente de la Asociación de Constructores, compartió con Negocios una primera mirada a las lecciones que toda la industria de construcción deberá tomar en cuenta a la hora de rediseñar y reconstruir infraestructura y todo tipo de edificaciones.

“La realidad es que esta experiencia es completamente diferente a las que hemos vivido antes”, puntualizó al comparar el ciclón y el nivel de devastación con los huracanes que se han vivido en los pasados 40 años, como Hugo, Georges o el azote indirecto de Hortense, entre otras tormentas.

Por lo mismo, eventos como María tienen que servir como punto de antes y después; de catalítico para que la próxima vez haya menos daños, a todos los niveles, especialmente en la conservación de vidas, indicó.

“Es una oportunidad para nosotros evaluar con calma y ver de qué manera podemos mejor prepararnos”, expresó destacando que la industria de la construcción en Puerto Rico y en otros países tiene la trayectoria de aprender y adaptar sus prácticas precisamente luego de que se sufren catástrofes.

Aunque el conteo de víctimas fatales aún no ha terminado, Álvarez Díaz adelantó que si la pérdida de vidas se contabiliza a niveles relativamente mínimos entonces “podremos ver esto como algo menos malo”, en comparación con dónde estaba la construcción y el desarrollo de infraestructura de Puerto Rico para el 1928, cuando el azote del huracán San Felipe segó la vida de más de 300 personas y destrozó infinidad de viviendas. En toda su ruta hasta Estados Unidos, este ciclón de categoría 5 dejó casi 5,000 muertos.

“No quita que eso esté bien: se deben perder cero vidas”.

No obstante, recalcó que la historia ha mostrado que los códigos de construcción mejoran como resultado de las debacles, no antes. Esto responde a que, contrario a lo que se pueda pensar, los códigos de construcción existen y se ajustan para salvar vidas, no solo propiedad, indicó.

Por ello, muchas estructuras se diseñan para que una parte específica –sea balcón, pasillo, vestíbulo– tenga las condiciones para preservar la vida en caso de siniestros de todo tipo, sean sismos, incendios o huracanes. Aún estructuras construidas en cumplimiento de los códigos de construcción que se...

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