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La masacre y la pena capital

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Vincent

JORGE L. GIOVANNETTI

CATEDRÁTICO ASOCIADO DE LA UPR

Para comenzar, hay que diferenciar entre qué es una ejecución y qué constituye una masacre. Hay estudiosos que concuerdan en que una masacre es un acto de violencia extrema y colectiva que, por su atrocidad, reta nuestra comprensión. Ocurre principalmente en contextos de guerra, en contra de grupos civiles o personas indefensas, apoyándose a veces en alguna justificación moral (por ejemplo, la patria) y el establecimiento de grupos (nosotros y los otros).

Aunque hay elementos comunes entre una ejecución y una masacre, éstos deben ser cualificados. Ambas manifestaciones de violencia pueden ser perpetradas por grupos, pero de composición y operación distintas.

Mientras ejércitos, milicias y gangas perpetran masacres en un instante, la pena capital es administrada gradualmente por fiscales, jueces, jurados y verdugos, con tareas divididas al momento de la ejecución. Por lo tanto, adjudicar responsabilidad total es relativamente más fácil en las masacres que en la ejecución, lo cual, por supuesto, no es fortuito.

El proceso de organización de la violencia en las masacres y las ejecuciones es entonces distinto.

La distinción grupal (nosotros versus otros) existe en las masacres y en las ejecuciones, pero con diferencias. Históricamente, muchas masacres han sido producto de conflictos inter-étnicos u otros procesos de antagonismo y formación grupal. La ejecución de un criminal, por otro lado, es producto de un conflicto intra-sociedad entre quienes cumplen las leyes y normas y los que las violentan.

La pena de muerte es el castigo último para aquéllos (los "otros") que no cumplen las leyes, removiéndolos totalmente de la sociedad.

La "remoción" de una persona por medio de la pena capital no constituye (ni se percibe como tal) un acto de violencia extrema. Mientras exista legalmente como opción, la violencia estatal de la pena de muerte se ejecuta de forma prescrita y controlada, con límites sobre qué práctica es permisible para matar al ofensor.

Tristemente, ése es el estado de derecho en que habitamos bajo la jurisdicción federal. Inclusive, los debates en la Corte Suprema estadounidense sobre la noción de castigo "cruel e inusual" (Octava Enmienda a la Constitución...

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