Masiva deforestación en las zonas urbanas

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

"Goza la vida. Ama. Ríe" -escrito sobre el tronco de una uva playera- sirve como complemento.

Esta peculiar escena cobra vida a orillas de la franja sur de la laguna del Condado, donde en los pasados meses alrededor de 150 árboles han sido cortados o talados.

De acuerdo con varios grupos ambientalistas, la situación se recrudece porque otros cientos -o miles- de árboles han sido derribados en áreas cercanas a la laguna, aumentando el riesgo de inundaciones en la zona y la erosión en los bordes del estuario de la bahía de San Juan.

Javier Laureano, director del Programa del Estuario de la Bahía de San Juan, denunció la "deforestación de miles de árboles y destrucción de humedales" como parte del proyecto de mitigación de inundaciones que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE) realiza en el canal Margarita, cercano a Plaza Las Américas.

Mencionó, asimismo, la tala de árboles en el área de los muelles de la bahía de San Juan, aledaña a la avenida Kennedy; otra en la avenida Baldorioty de Castro, cerca del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín; y varias cerca de la Parada 18, donde actualmente se construye una megatienda.

"Han cortado una cantidad considerable de árboles, algunos de 60 y 70 años", dijo Laureano.

Algunas de las especies afectadas son emajagüilla, uva playera, granate, mamey y caoba hondureña.

Laureano explicó que los árboles, además de controlar inundaciones, fungen como "biofiltros" de la laguna del Condado, es decir, que ayudan a mantener el agua clara. Esto repercute en la calidad de vida de las colonias de corales presentes en la laguna.

"Todo está conectado. Si el agua no está clara, no hay corales. Si no hay corales, no hay peces ni pesquería. Si el agua no está clara, la gente no nada y también se afectan las actividades recreativas", advirtió.

La agrónoma Ana Feliciano, del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), sostuvo que los trabajos realizados al sur de la laguna del Condado fueron de "poda remediativa", o sea, que se "cortaron las ramas -de almendro y acacia- que podían ser peligrosas".

Aunque no precisó cuántos árboles fueron podados, dijo que se sembraron -como medida de mitigación- unos 2,500 icacos.

Por su parte, Camilla Feibelman, planificadora y miembro del capítulo de Puerto Rico del Sierra Club, indicó que los árboles son parte integral de los contextos urbanos, como el de la laguna del Condado.

Los...

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