Las medallas son su carta de presentación

Gracias a una notable carrera como luchador olímpico, Franklin Gómez tiene un impresionante resumé de logros en el ámbito internacional. Sin embargo, el atleta dos veces olímpico está seguro de que nació para mucho más que pasar su vida forcejeando con rivales.El subcampeón mundial de 2011 en la categoría de 60 kilos en la lucha estilo libre fue seleccionado recientemente como abanderado de la delegación puertorriqueña para los Juegos Panamericanos de Lima, Perú.El próximo 26 de julio, en la ceremonia de apertura, tendrá uno de los máximos honores de cualquier atleta: marchar al frente de su delegación cargando la bandera.La vida del múltiple medallista internacional es claro ejemplo de la magnitud que pueden tener las decisiones oportunas, y no dejarse moldear por las circunstancias personales o por el entorno social.Gómez superó la muerte de su padre a la temprana edad de 6 años en su natal República Dominicana y, par de años después, llegó a suelo boricua junto a su madre Margarita Matos y dos hermanos. Tras una primera etapa complicada en la isla, Margarita no lo pensó dos veces para dar otro paso trascendental. Esta vez, se trataba de dejar atrás un tenso y peligroso ambiente de drogas, balaceras y criminalidad, que rosaba las paredes de su apartamento en el Residencial San José. Esa decisión, resultó clave en la incursión de Gómez en la lucha, deporte en el cual se desarrolló en el Club Sparta de Puerto Nuevo junto al medallista olímpico Jaime Espinal.Hoy día, Gómez es de los atletas del patio de mayor proyección internacional y con uno de los resumés más robustos en términos de logros deportivos. Además, está preparado académicamente con un bachillerato en Recursos Humanos y una concentración menor en Psicología de Michigan State University, y una maestría en línea de Walden University en Administración de Empresas con concentración en liderato.El campeón panamericano de 2011 en Guadalajara, y quien combatirá ahora en la categoría de 74 kilos en los Juegos de Lima, aspira a ir a unos terceros Juegos Olímpicos el próximo año en Tokio 2020, y a largo plazo se vislumbra laborando con jóvenes también en el campo deportivo.¿Cómo te sientes con una distinción como abanderado en esta etapa de tu carrera, en la que sigues luchando a un alto nivel a tus 32 años?—En el deporte de la lucha olímpica es muy difícil competir a los 32 años. ¿Por qué? Porque es un deporte que el peak de los atletas, por lo general, es desde los 20 y pico hasta los...

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