La melancolía como materia literaria
Por Carmen Graciela Díaz
Especial El Nuevo Día
La melancolía es uno de esos males que todos han palpado o que experimentan directa o indirectamente. Las mujeres han estado en ese territorio de vacío, pero los hombres también. Y vamos, de qué manera.
Pero si de por sí existe pena en la mera pronunciación de la palabra "melancolía", por qué no acercarse a sus dimensiones con humor y remedios caseros.
Fue de esa manera que la escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres le escribió a los hombres (y a las mujeres, por supuesto) en su más reciente libro "Tratado de Medicina Natural para Hombres Melancólicos", que publicó la editorial Libros AC.
"Mi percepción es que una de las razones por las que hay tanta violencia en el país es por la alta incidencia de hombres melancólicos, que han perdido su trabajo, que no saben bregar con sus emociones y recurren a la violencia", opina la catedrática y directora del taller de narrativa de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Para aproximarse a esos hombres que piden un consuelo, un escape o un remedio que los alivie, Santos-Febres presenta una obra que se divide en textos cortos con títulos como "El mal de víctima" o "Melancolía en clave Viagra" para hacerlos reír o reflexionar sobre sus acciones (u omisiones).
"Los hombres están un poco confundidos por el cambio de paradigma de la sociedad patriarcal. Antes el hombre era el proveedor y el del mayor poder adquisitivo. Pero a partir de los movimientos feministas y gay, eso está cambiando", explica quien argumenta que el hombre contemporáneo reconoce que hoy día el hombre no es igual a su padre o abuelo "y eso crea melancolía y confusión".
De modo que la autora de novelas como "Sirena Selena vestida de pena" se animó a explorar en este tratado la situación del hombre respecto a sus parejas, el trabajo, su familia y la sociedad en la que vive.
Santos-Febres afirma que siempre ha sentido fijación por entender la psicología masculina "pero sin criticarla".
Además, para la escritora, este libro también devela una reflexión acerca de las mujeres y la sabiduría "porque se supone que las mujeres seamos bellas y tontas".
"Una mujer sabia da miedo; nos han permitido ser profesionales pero no sabias porque las mujeres conocedoras siempre suponen un riesgo", dice quien escribe en la contracubierta del libro que este tratado es "un libro de poesía dirigido a los hombres... (en realidad, es para las mujeres que los hemos amado, vivido y sobrevivido)".
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