MENSAJE QUE EL PNP NO PUEDE IGNORAR

Por Benjamín Torres Gotay

btorres@elnuevodia.com

No se puede decir que cogieron una manguera de presión y despegaron con furia la costra acumulada en cada rincón de la casa. Pero si se miran con cuidado los resultados de las primarias del domingo en el Partido Nuevo Progresista (PNP) puede advertirse una voluntad, tímida si se quiere, mal canalizada tal vez, de cambiar lo que hay.

La señal más evidente la da el hecho de que un ramillete de 15 incumbentes perdieron sus preciados y codiciados asientos.

De estos, nueve son legisladores, cinco de los cuales no vuelven a la Cámara de Representantes, dos al Senado y dos que fracasaron en sus intentos de convertirse en alcaldes.

Los otros seis son alcaldes que sucumbieron ante los retos que les presentaron otras figuras de su propio partido. En resumen, casi el 40% de los incumbentes del PNP que se sometieron al juicio de sus correligionarios fueron sacados de sus puestos por los cerca de 300,000 novoprogresistas que fueron a votar el domingo.

Esto es, más de una tercera parte de los incumbentes del PNP que enfrentaron retos en la primaria del domingo perdieron su lugar en la papeleta de noviembre. Por dondequiera que se mire esto, no se ve muy bien que digamos.

Si se toma en cuenta que a una primaria generalmente solo va el llamado 'corazón del rollo', los más fieles de los más fieles, los que se desviven por su partido, y que estos fieles casi nunca encuentran nada malo en quien está en el poder, no hay que escarbar muy profundo para darse cuenta de que algo se le está queriendo decir aquí al liderato del PNP.

Los líderes de la Palma, como suelen hacer los dirigentes de todos los partidos, trataron el domingo y ayer de ponerle buena cara a este...

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