Mentalidad

MAYRA MONTERO

ESCRITORA

¿Acaso no nos dijeron eso mismo tan pronto tomó posesión el gobierno de Luis Fortuño? En enero de 2009 nos advirtieron que el estado de las arcas públicas era calamitoso, y no quedaba más remedio que despedir a miles de empleados.

Lo curioso es que la mayoría de la gente -y los políticos- se engañan porque les da la gana. O, mejor dicho: los políticos se hacen los engañados.

Desde hace muchos meses, e incluso años, los economistas más destacados del País han estado vaticinando un caos financiero, que pasa por el descalabro de los planes de pensiones, cómo no, pero también por disposiciones tan falaces y cogidas con alfileres como lo son las de la reforma contributiva.

Antes de hacer promesas que no van a ser cumplidas, los candidatos políticos sólo tendrían que sentarse unas cuantas horas con esos economistas que están al tanto de los pormenores, y que suelen hacer proyecciones verídicas.

Sin embargo, eso no les conviene. Prometen sin ningún apego a la realidad, como si sobre la Isla se derramara un cuerno de la fortuna. Y luego, cuando se reúnen ambos bandos para el traspaso, que en realidad es el proceso de pasarse la papa caliente, fingen sorpresa y se caen de fondillo.

Esto ocurre una y otra vez, de administración en administración. Y los economistas seguramente se mueren de la risa, porque lo han advertido con suficiente tiempo, proveyendo cifras y estadísticas, pero los gobernantes y la oposición se hacen los sordos.

Sergio Marxuach, director de Política Pública del Centro para la Nueva Economía, afirmaba, mucho antes de las elecciones, que el que ganara tendría una situación más complicada que al inicio del cuatrienio pasado, ya que habría "menos flexibilidad, cero bonos Cofina, cero fondos ARRA y probabilidades altas de recortes federales".

¿Puede sorprender al ciudadano informado, que lee los periódicos, el hecho de que la reforma contributiva no podrá seguir adelante porque no hay ingresos suficientes para el Fondo General y porque la economía no va a crecer lo que se necesita?

Nos referimos a la economía legal, por supuesto; la sumergida a lo mejor crece bastante más. Pero ésa no le deja ingresos al Fondo General, ni nadie se atreverá a hacer nada para detener el lavado de dinero y enderezar la gran inequidad que existe entre varios sectores de la población.

Mientras una gran parte recibe subsidios, y a la vez tiene ingresos que jamás declara, los exprimidos de toda la vida, que cumplen con las leyes y se...

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