Piculín Apostó a un mentor Boricua

Por Alberto C. Medina Gil

alberto.medina@elnuevodia.com

Sin embargo, la vida después del baloncesto no ha sido muy generosa con el Concord Boricua; Ortiz ha enfrentado aprietos personales, dificultades económicas y hasta un intento fracasado de adentrarse en la política.

Ahora, el legendario jugador nacional ha vuelto a enfocarse en el deporte como presidente del Instituto de Baloncesto Piculín Ortiz en Cayey, organización que persigue el desarrollo de jóvenes baloncelistas.

Ortiz conversó recientemente con El Nuevo Día luego de la presentación oficial del Instituto para hablar sobre ese proyecto y, de paso, se expresó sobre el Equipo Nacional, José Juan Barea y sobre una vida que, en sus propias palabras, está cobrando "un ritmo nuevo".

¿Qué has estado haciendo últimamente?

"He estado 'guardado'. Constantemente he estado trabajando con el proyecto (el Instituto); no he dejado de trabajar desde febrero del 2009.

En adición a eso he estado trabajando en las fiestas patronales que me piden que haga torneos. Todo tiene que ver mucho con baloncesto, pero a nivel de pueblo. Y trabajando con mis hijos y tranquilo, realmente tranquilo porque este proyecto me coge mucho tiempo".

¿Cuánto significa para ti establecer el Instituto en Cayey? ¿Lo ves como un regreso a tus raíces?

"Sí, es un regreso, pero yo siempre me he mantenido. Yo comencé en Cayey y espero que este nuevo comienzo sea positivo para lo que quiero emprender para estos jóvenes de enseñarles el juego de baloncesto y de buscarles una puerta o un camino a que se mantengan fuera de las calles, tan malas que están las cosas, y que podamos encaminarlos a que tengan un futuro prometedor para ellos mismos".

¿Cómo ves el desarrollo del baloncesto en Puerto Rico?

"La preocupación mayor es que las fincas de nuestro baloncesto no se están llevando a cabo como se deberían. Por lo menos, eso es lo que pienso yo. Quizás otros puedan decir que ya se está trabajando con eso pero yo, por lo menos de mi parte, lo estoy haciendo".

¿Tu labor entrenando a estos jóvenes podría ser el comienzo de una carrera como coach?

"No lo descartamos. Me gusta mucho la enseñanza y ya, de ahí, vamos a ver qué surge".

Pero ¿no has buscado oportunidades todavía?

"No, no, y te voy a decir por qué: porque (ser dirigente) es una soga muy fina, y yo prefiero estar enseñando a que simplemente pueda durar lo que dura un trueno".

¿Qué te parece el proceso que se está dando para elegir al dirigente del Equipo Nacional al que...

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