Mercados de ensueño

Europa

La tradición tiene su origen en los tiempos medievales cuando con la llegada de los meses fríos los mercados ofrecían la posibilidad de adquirir las mercancías necesarias para el invierno. Con el tiempo la tradición se fue haciendo festiva y los kioscos se llenaron no solo de abrigos sino también de artesanías y adornos, de dulces y sabrosas comidas navideñas.

Al turista boricua la visita a un mercado navideño le ofrece una oportunidad única de disfrutar de aspectos típicos de la cultura de ese país como son la gastronomía navideña o las artesanías de la región. También el ambiente festivo que reina en éstos facilita encuentros inolvidables con las gentes del país.

Y es que para los europeos la visita a los mercadillos es la mejor forma que tienen de espantar el desánimo que la oscuridad y el frío del invierno suelen provocar. En esta época cuando ya a las cinco de la tarde Europa oscurece la brillante iluminación de los kioscos, del centro de la plaza con su gigantesco árbol de Navidad y el Nacimiento y con los olores del jengibre, las especias y las castañas asadas son un verdadero refugio contra la depresión.

Los mercados navideños de más tradición se encuentran en países del centro europeo como Alemania, Bélgica, Austria y Francia. Aquí los comerciantes y compradores no se dejan intimidar por las heladas temperaturas. La tendencia en los últimos años ha sido desarrollar temas particulares para lograr competir con los mercadillos de más tradición como el Christkindlesmarkt de la ciudad de Nuremberg (www.christkindlesmarkt.de) con dos millones de visitantes al año o el de Rostock (www.rostocker-weihnachtsmarkt.de) que con su gigantesca pirámide navideña iluminada de siete metros es uno de los más grande de Alemania.

Un ejemplo de esta novedad es el mercado navideño de la ciudad de Bremen, la del cuento de los músicos de los hermanos Grimm, que es invadido por piratas. En el iluminado malecón de Bremen el viajero se adentra en el "Sclachte-Zauber" (www.schlachte-zauber.de) una recreada villa pirata en donde los corsarios se ocupan de vender cerámicas navideñas, especias del oriente y un vino caliente con más aroma a ron que a clavos.

En Berlín lo hermoso se combina con lo responsable en el Mercado Ecológico Navideño de Berlin Mitte (centro) en la Sophienstrasse. Fairtrade, Greenpeace y el WWF son algunas de las organizaciones que comparten junto con los artesanos navideños los kioscos de esta antigua calle de la capital alemana. La...

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