¡Miau!

Edwin Cuperes Vélez

Quien sí supuestamente sí pateó al gatito fue un mastodonte policía adscrito a esa misma comandancia, y que ahora, acusado del acto deleznable de abusar de esta criatura indefensa, está siendo vapuleado por una nación cansada del atropello y la intolerancia de tanto sinvergüenza suelto que transita por nuestras calles, sulfurando odio, sacando mollero, abusando del primero que se le pare delante, y todo este huracán por la simple razón de no refrenar sus rabias de malcriado.

Algún majadero dirá, en defensa del imputado, que en verdad no ha matado a una mujer ni maltratado a un niño; pero yo digo que esta acción malsana es un tubérculo debajo de su hondo abismo que indica que está en vías de hacerlo. Imagine a este agresor de gatitos lanudos pidiéndole la licencia de conducir en la carretera, imagine cuántos boletos le impondrá, imagine que por casualidad usted le alza la voz un poquito, imagine la bota de leñador con que le tatuará la cara, si usted, para vacilarlo, le dice: "¡Miau!".

El plan...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR