'Mientras siga en la memoria será inmortal'

Por Damaris Hernández Mercado

dhernandez1@elnuevodia.com

Yo, soy el cantante

Que hoy han venido a escuchar

Lo mejor, del repertorio

A ustedes voy a brindar

Y canto a la vida

De risas y penas

De momentos malos

Y de cosas buenas...

En la memoria de los salseros en la Isla y en el extranjero, la voz del sonero sigue despertando sentimientos, a pesar de que el 29 de junio de 1993, el proclamado "Rey de la puntualidad" exhaló por última vez en el Memorial Hospital de Queens, Nueva York. Así que el sábado se cumplen 20 años de su muerte y olvidarlo sería omitir parte de nuestra historia musical.

Lavoe cantaba con el corazón de un jíbaro (algo que representó con orgullo hasta su muerte) que abandonó su Ponce natal para radicarse en la Gran Manzana. Allá se convirtió en estandarte de un nuevo sonido, de un estilo emergente que a partir de la década del 1960 se comercializó como un género musical de auge vertiginoso. Lavoe fue el "motor clave e impulsador" de la salsa a nivel mundial.

"Héctor no puede olvidarse porque marcó una época importante. Si no fuera por Héctor Lavoe, primeramente yo no tuviera carrera. No hubiera Fania All Stars, porque el talento de Héctor fue el motor que puso a la Fania a caminar. Héctor es una figura mítica que está presente siempre. Fue un puente, un pionero al poder amarrar lo que era el barrio, la calle y la malicia con ser jíbaro. Eso no empataba. Uno tenía que ser un jíbaro o lo otro. Sin embargo, Héctor lo consiguió; hizo que ser jíbaro fuera cool", argulle Willie Colón, quien junto a Lavoe formó uno de los binomios más poderosos en la historia de la salsa.

Al puente al que hace referencia el trombonista -que trabajó con Lavoe en alrededor de 30 producciones discográficas- es al que uniría a los puertorriqueños que residían en Nueva York y los de la Isla.

Lavoe, producto de migración boricua de mediados del siglo pasado, plasmó el retrato de esos puertorriqueños que enfrentaban las vicisitudes de la calle, de las comunidades marginadas en la Gran Manzana; le dio un contexto musical a la sociedad de esa época. Su música se convirtió en poco tiempo en la banda sonora de la comunidad boricua que residía en la gran ciudad y que buscaba definir su identidad en el exterior.

"Héctor componía y en su caso pudo recoger la vida del barrio en Nueva York como sus memorias de Puerto Rico. Su estilo, forma y carisma lo hizo ídolo de esa sociedad que se veía retratada en lo que él y Willie (Colón) cantaban. Lavoe se convirtió en...

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