'Fue un milagro'

Por Antolín Maldonado Ríos

arios@elnuevodia.com

Pero en el caso de la quinceañera que el miércoles hizo historia en Londres al convertirse en la primera gimnasta puertorriqueña en clasificar para unas olimpiadas, la palabra renuncia nunca pasó por su mente.

"Ella sabía lo que quería... la que no sabía lo que quería era yo", dijo su madre Janet Moreno al recibir ayer a El Nuevo Día en su residencia en el sector Patagonia de Humacao. Fueron las últimas palabras que pronunció al concluir la entrevista, pero las que resumen la trayectoria de 11 años de la gimnasta y que en este momento está en su punto máximo al conseguir su boleto a los juegos olímpicos Londres 2012.

Y es que en efecto, después de todo el esfuerzo que han realizado sus padres, en especial Moreno al llevarla todos los días a practicar desde Humacao hasta San Juan, la frustración pareció apoderarse de la familia, específicamente hace dos años cuando un mes antes de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010, Lorena sufrió una lesión en su codo que le privó de lo que parecía una oportunidad de representar a su País. "Fue uno de los tragos más amargos de nosotros. Fue una confusión para nosotros. La llevé a cuatro médicos, buscando esa esperanza para ver si podía recuperarse en un mes, y de momento me dicen que el ligamento se rompió y que había que operarla. Yo le dije a Lorena, creo que hasta aquí llegó la gimnasia. Como que tiré los guantes", confesó Moreno, de quien las maestras de la gimnasta en la Escuela Superior Petra Mercado dan fe del esfuerzo que ha hecho por apoyar a su hija. Sin embargo, la realidad obvia, la de la lesión, hizo efecto en el ánimo de la madre. Pero en el caso de Lorena, pudo más la convicción y su pasión por la gimnasia.

"Ella me dijo, yo voy a seguir con el codo como esté. ¿Y me puedes creer que al final esa niña no fue operada? El Señor la sanó. Y Luis Miranda Torres, hijo del difunto William Miranda Marín (exalcalde de Caguas) me dijo, yo voy a tratar esa nena como si fuera mi hija".

En palabras de Janet, era Dios actuando a través del ortopeda. "No la operó, y Lorena, después que se acabaron los Centroamericanos, en dos semanas ya estaba practicando. ¿Cómo pasó? Solo Dios sabe. Fue un milagro". Esos fueron parte de los recuerdos que ayer, en la sala de su residencia y rodeada por sus hijas, los tíos de Lorena, sobrinos y la abuela, afloraron al tiempo que celebraban el logro que llevará a su nena, de Patagonia (Humacao) a Londres a...

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