40 minutos con Ricky

Por Ana Teresa Toro

ana.toro@elnuevodia.com

Una vez adentro, se atraviesan los pasillos que integran la trastienda del escenario y desde los cuales se observan entrar y salir, cruzar y pasar, un montón de hombres de tatuajes exhibidos en camisetas de mangas cortadas sin costura. Llevan la acreditación que los identifica como parte del "staff" de la gira "Música + alma + sexo" que Ricky Martin arrancó este viernes en la Isla y cuya inauguración culmina mañana lunes para extenderse por diversos escenarios alrededor del mundo por espacio de un año. Hay algo con esas gentes de la gira, algo con sus barbas, con las mujeres de pantalones cargo y pelos despeinados a la perfección que los hace parecer como los habitantes de un circo que entra y sale de ciudades llevándose poco y dejando mucho.

Por el pasillo se cuelan luces y se observa a la gente de la gira subiendo y trepando andamios, quitando y poniendo cables. Llegamos a un salón. Todo listo allí para que Ricky Martin grabase un mensaje de agradecimiento a la compañía que auspicia el evento y ha aportado a la Fundación Ricky Martin. Una silla alta lo espera. Una cantidad obsena de luces la alumbra. La espera, como siempre desespera. Un par de ejecutivas de la empresa auspiciadora esperan.

Velar las puertas. Que quien no deba estar no esté. ¿Se ha convertido el cuarto en encubadora y no lo hemos notado? El hombre llega y, no, contrario a todo pronóstico no llega levitando por los aires. Camiseta de AC DC, pantalones cargo, sandalias negras que dejan ver un tatuaje de hena en su pie izquierdo y un café con dimensiones de gigante (preferimos pensar que es café en lugar de té). Ha ido a la playa, se le nota. Saluda a todos los presentes con un apretón de manos y mirando a los ojos. A las mujeres les ha tocado el beso. Es como si estuviese acostumbrado a darse a los demás, a inferir que todos quieren un pedacito de él y comprender que parte de su condición humana es compartirse.

Pero antes de cualquier cosa, hay que trabajar. Toma asiento. Hace muecas, estira su boca...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR