Mirada experta a los retos de construir empresas resilientes

A raíz de tres años de huracanes, terremotos y ahora la crisis del COVID-19, sin fecha de caducidad, ¿qué han aprendido los negocios de Puerto Rico, qué les resta por aprender y qué los haría más resilientes pero está fuera de sus manos?Las académicas Libia M. González, Karen Orengo, Maribel Ortiz y Maribel Aponte buscaron respuestas a estas preguntas en cuatro proyectos de investigación que realizaron con subvenciones del Proyecto de Resiliencia e Innovación Empresarial (RBI, en inglés), adscrito al Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación (FCTI).En todos los casos, las doctoras usaron los fondos para profundizar en sus áreas de peritaje, que incluyen la agroindustria, la cadena de suministros de alimentos y bebidas (conocida como CSAB), así como el comercio internacional.Asunto de vida o muerte"Si no hay alimento, la gente se puede morir", advirtió Ortiz sobre la importancia de que, en una isla altamente dependiente de importaciones, todos los eslabones de la CSAB hagan el máximo para continuar operando o recuperarse con rapidez de todo tipo de desastres.Como mejores prácticas para mejorar su resiliencia, Ortiz destacó que "las empresas fueron ágiles y mostraron capacidad de adaptarse rápido". Sin embargo, el estudio evidenció también aún existe "poca colaboración entre los eslabones para responder o mitigar eventos disruptivos como cadena". Para esto, recomendó reforzar las relaciones de colaboración entre los componentes de la cadena y elaborar planes de continuidad en conjunto, no de forma aislada."Hay que reconocer factores externos como el impuesto al inventario de los municipios", puntualizó Ortiz, quien recordó que para el huracán los puntos de venta solo tenían alimento para dos semanas. La escasez se agravó por la interrupción en el recibo de mercancía en los puertos. Muchos comercios tuvieron que "limitar la cantidad que se podía adquirir y la gente se puso más ansiosa", recordó.Contextualizó que a tres años del huracán María no se ha buscado otras alternativas para sustituir este ingreso municipal o alentar alguna forma para que se pueda contar con más suministros almacenados sin penalizar a los comerciantes. Otros factores externos son las leyes de cabotaje y, en el contexto de la pandemia, el toque de queda y las restricciones operacionales.En el proyecto de Ortiz participaron su colega Orengo, como investigadora, así como las asistentes de investigación Cynthia Sénquiz y Leyda Tapia.Por su parte, Orengo concentró...

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