MISIÓN CUMPLIDA

Esteban Pagán Rivera

Enviado especial

Así hizo anoche con una vistosa y movida ceremonia de clausura en el Estadio Olímpico ante más de 80,000 personas, quienes se reunieron para despedir la trigésima edición de los Juegos de Verano.

Fue el punto culminante de más de dos semanas de competencias, donde se derramaron lágrimas, tanto de victorias como de derrotas, además de escribirse nuevos capítulos en el máximo escenario deportivo posible.

Y para celebrar eso, la tónica de fiesta estaba pautada desde un inicio. Londres tiró la casa por la ventana para, como hizo en la apertura, presentar lo mejor de su aportación musical al planeta. Desde una emotiva proyección de John Lennon cantando Imagine hasta una reunión de las Spice Girls para cantar dos de sus más populares temas, Spice Up Your Life y Wannabe, la audiencia experimentó un alza y baja de sentimientos.

Uno de los momentos más emotivos fue durante Imagine, cuando se preparó un mosaico del rostro de Lennon en el centro de la tarima.

Mientras, los atletas, protagonistas de la fiesta, se gozaban cada minuto luego de años de largo sacrificio para llegar a este escenario. Y en medio de los mejores deportistas del mundo estaban los de Puerto Rico, liderados una vez más por el abanderado Javier Culson, quien desfiló con la bandera boricua en mano.

La ciudad londinense no era la única de fiesta ayer, pues para Puerto Rico también fueron unos Juegos históricos con dos medallas olímpicas en la plata de Jaime Espinal en lucha y el bronce de Culson en los 400 metros con vallas. Fueron las primeras medallas olímpicas fuera del boxeo.

Anoche también sirvió para que la próxima sede, Río de Janeiro, ofreciera un...

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