Misiva

Rafael Acevedo

Debo serle honesto. No voté por usted. Por dos razones. La primera: el Partido Demócrata es el ala liberal del Partido Republicano. Y el Partido Republicano... ya se sabe. Como responden a los mismos intereses, no me interesan.

La segunda: los habitantes de Puerto Rico, ciudadanos americanos, no tienen derecho a votar ni por usted ni por Lady Gaga, si se diera el caso.

Sin embargo, reconozco, que usted tiene cierto poder. Es el rostro simpático de un complejo militar industrial que decide asuntos de política exterior. Sé que los blancos y promiscuos muchachos que regentan el casino mundial de Wall Street le asesoran sobre cómo hacerse más ricos y nosotros más pobres. Pero sospecho que usted es un tipo sensible. Sospecho que su verbo elocuente y rostro amigable forman parte de una personalidad capaz de reconocer aspectos humanos en medio del carnaval de los poderosos.

Esa peregrina idea de que usted es un hombre capaz de entender lo que es lo justo aunque eso no esté en la...

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