La misma casita pero en Miramar

Por Melissa Medina Cáceres

Pues, ahora, también tenemos el mismo concepto en otra "casita", la de Miramar, también propuesta que Jesús Pérez, amable propietario de ambas.

La Casita Miramar abrió sus puertas hace más de un año, con "la sazón de abuela", pero en un ambiente hogareño más relajado, en un sector muy concurrido por turistas por su cercanía al Condado y Viejo San Juan. Además, está decorado con un mobiliario ecléctico de muebles que también identificamos en nuestros hogares, lo que invita a quedarse y pasarla en familia.

"Este restaurante tiene la misma esencia del original, pero con otro ambiente", señala Leonardo Pérez, hijo de Jesús, encargado del lugar, y como quien lo hereda no lo hurta, también te recibe con el cariño que les sobra a los Pérez. "Definimos nuestro concepto como uno que sirve comida tradicional con toques creativos", explica.

¿De tantos lugares para abrir un segundo restaurante, por qué en Miramar? "Nuestro deseo era esparcir y llevar nuestra sazón criolla a un lugar especial. Identificamos al lugar como uno con la magia histórica necesaria, tal vez sus aires coloniales, nos pareció ideal para abrir un restaurante", añadió Leonardo. Hasta ahora la conquista de Miramar es evidente. "En sólo un año, han alcanzado el reconocimiento de que aquí se come cocina criolla de la buena. Tenemos una fiel clientela," explica Leonardo.

Aunque el éxito de La Casita Miramar recae en que saben mantener la consistencia en la calidad de su sabor autóctono, el elemento sorpresa en su carta provoca que los que comen aquí deseen regresar. "Aquí no hay menú fijo, los platos que servimos los creamos dependiendo de los ingredientes...

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