'Todos los años lo mismo'
Por Gerardo E. Alvarado León
galvarado@elnuevodia.com
María Rojas llegó ayer, a eso de las 7:30 a.m., al Centro de Servicios al Conductor (CESCO) de Bayamón para buscar la notificación necesaria para renovar la licencia de su vehículo de motor porque, "como ya es costumbre", no la recibió por correo.
Tras perder dos horas y tres minutos en una fila que apenas avanzaba, Rojas obtuvo el documento con el que podrá acudir a un centro de inspección y, posteriormente, al Departamento de Hacienda, un banco o cooperativa para comprar el marbete.
"Hacer esta fila para un trámite tan corto es un abuso. Deben tener más personal atendiendo gente", dijo la mujer, residente en Bayamón, a quien los empleados del CESCO no le indicaron por qué no recibió la notificación por correo si lleva 20 años viviendo en la misma dirección.
Cuando El Nuevo Día llegó al CESCO, a las 9:00 a.m., solo habían dos empleados para una fila de más de 100 personas. Al notar nuestra presencia, la gerencia puso a seis empleados en las ventanillas. "La prensa debería venir más seguido para que la fila se mueva más rápido", soltó Laura Sierra, de Bayamón, quien esperó una hora para obtener su notificación.
El subsecretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Amílcar González, reconoció que hay más de 200,000 ciudadanos que no recibieron, ni recibirán sus notificaciones en enero ni febrero (unos 100,000 en cada mes).
González precisó que en enero y febrero se envían unas 460,000 notificaciones cada mes. El 20% es devuelto. Dijo que el Servicio Postal las devuelve por "problemas" en las direcciones o que no salen porque son objeto de investigaciones o reclamaciones.
Otra que perdió más de una hora en la fila fue Vivian Rodríguez, de Guaynabo. Al igual que Rojas, era su tercer año consecutivo en el CESCO porque el DTOP no le envió a su casa la notificación de renovación.
"Pero lo peor de todo es que esto me pasa dos veces al año, ya que tengo dos vehículos y no me llega la notificación de ninguno. Llevo tres años viniendo en enero y julio para lo mismo. Si llamo para solicitar ayuda, no me contestan y por eso vine", expresó Rodríguez, quien faltó a su trabajo durante la mañana para hacer los trámites.
Las personas con impedimentos físicos y de edad avanzada también contaban historias similares.
Tal fue el caso de Eliezer Vargas, de Bayamón, quien aún estando en recuperación de un operación en una de sus rodillas, tuvo que ir al CESCO.
"No hay explicación que...
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