El misterio de las piedras

"La duda es el origen de la sabiduría". DescartesCuando nos topamos con artefactos que se abren camino desde las profundidades, que torean eficaz y pacientemente el tiempo, y que logran atravesar enormes y gruesas murallas de silencios, hay que estar atentos.Si, además, han sobrevivido un largo y escabroso camino de la historia, despertando la admiración y el análisis de grandes pensadores, ciertamente hay que detenerse a observar.Y si, encima, la ciencia valida esos objetos antiguos plagados de información, los junta con otros que se han ido recolectado por años, y empieza a ver, entender, que existe un torrencial de interrogantes con potencial de metamorfosear la historia sobre quiénes éramos cuando se pobló por vez primera nuestras tierras, hay que esforzarse, enfocarse, en redescubrir nuestro pasado ancestral.Cada vez que se araña la tierra, sigue expulsando historia.Nunca se pone un punto final.Las entrañas de nuestros subsuelos siguen pariendo evidencia que choca con lo que nos muestran los libros sobre nuestros orígenes. Lo que está viendo una nueva cepa de antropólogos y arqueólogos, como Reniel Rodríguez, es que los primeros que se asentaron en Puerto Rico no eran simples cazadores, pescadores, recolectores, que se mantenían en tierra firme, que proscribían la navegación mar adentro y que no desarrollaron un sistema de escritura.Lo que la tierra continúa expulsando son objetos que les revelan a los estudiosos de sociedades antiguas que nuestros ancestros indígenas eran todo lo contrario: grandes navegantes, protagonistas de gesta, que intercambiaban información y mantenían contacto con otros grupos, incluso, de lugares bien lejanos.Aún más, se confirmó que sí desarrollaron un sistema complejo de escritura que los expertos nunca habían visto.Los textos sin decodificar están plasmados en las famosas piedras del padre Nazario, halladas a finales del siglo 19 en Guayanilla y que equivalen a tomos llenos de información que siguen rodeados de un halo de misterio.Las piedras no son un fraude.Su autenticidad fue validada hace poco más de un mes por dos expertos en artefactos y escrituras antiguas. Los informes del epigrafista Christopher Rollston, del Departamento de Lenguas y Civilizaciones Clásicas y del Cercano Oriente de la Universidad de George Washington, y de la arqueóloga Iris Groman-Yaroslavsky, del Instituto de Arqueología Zinman de la Universidad de Haifa, en Israel, abren un escenario muy distinto a lo que conocemos.Los...

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