Modelo a emular para la niñez

Por Fernando Ribas Reyes

fribas@elnuevodia.com

Puig tuvo tiempo para hacer al menos un voleo con más de 30 niños y adolescentes de la Academia de Tenis Jorge Orro en el Centro Honda en Bayamón que, si fuera por ellos, hubiesen querido seguir peloteando con la principal exponente del tenis puertorriqueño.

"Esto es grandioso. Es provechoso jugar con una persona tan grande en Puerto Rico. Es buena", dijo el estudiante de la Academia, Jean Luis Marrero, de 10 años y natural de Toa Alta.

La tenista de 19 años, con clasificación mundial de 127, recordó, de paso, cuando era niña en tenis, usando raquetas con tamaños adaptados, en canchas con medidas también adaptadas, haciendo 'driles' básicos de movimientos de piernas y repeticiones.

"Me encanta ver a los niños tan felices. Esto me recuerda las clínicas a las que iba... a estar feliz en la cancha. Esto a mí me encanta. Me hacen sentir muy especial porque, aunque soy joven, soy una figura, y ser ejemplo es un honor muy grande", dijo.

Con los estudiantes más grandes, Puig se sorprendió que le tiraran 'winners' y que la quisieran mover de un lado a otro de las canchas en donde fue finalista del Puerto Rico $ 25,000 Challenge del 2011.

Una de esas fue Naeishda González, de 9 años y de la urbanización Flamingo de Bayamón.

Naeishda había conocido a Puig una vez, precisamente en el Centro Honda el año pasado, y desde entonces sigue a la tenista por su cuenta de Facebook y Twitter.

"Me gusta porque juega tenis y porque es puertorriqueña. Ha obtenido logros y es humilde", comentó.

Su madre, Nashda Zabala, está más que contenta de que exista una Mónica Puig en Puerto Rico como recurso para criar a su hija. "Es motivante y sirve de...

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