Un Monchichi para ti, la secuela

Por Las Tres

-Ves que no fue papi Manolo. Ellos no se conocían todavía. Se hicieron novios un año después. Seguro fue el jevo que mami tenía en ese momento.

-Sigue siendo un zafao con eso de "apretar cualquier cosa" con el monito ese. Aunque yo también firmaría anónimo con tal de librarme de abuelo velando a mami en la marquesina.

En la cocina ocurrió la ceremonia de entrega. Sobre el counter estaba el remozado monchichi con la nota: "Mami, queremos seguir pegaítos de tu corazón".

-Mami, ahora pareces un Sad Sam, describió Manolo.

-Los mismos ojos llorones, coincidió Milimari.

"Arresmillá" y "esmelená" estaba la madre con el detalle san valentinesco de los dos hijos entre los que dividía su corazón.

-¿Y aquí qué pasó?, quiso saber Manuel que llegaba con un ramito de claveles rosados, amarrados con cinta azul cielo recién rizada con el filo de la tijera.

-Papi, ¿tú le compraste eso a mami en la luz verdad?, lamentó Manolo.

-Dios mio, qué botada la tuya papi, rió Milimari poniéndole un clavel al monchichi en las manos.

-Mira, mami, todavía aprieta cualquier cosa el monchichi, celebró Manolo.

-¿El qué?, tanteó...

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