Monitoreando a nuestro gobierno, ganamos

GUSTAVO BOBONIS

CENTRO PARA LA NUEVA ECONOMÍA

Algunos piensan que estas prácticas de corrupción, clientelismo y de 'panismo' están tan arraigadas en nuestro andamiaje social que lo consideran un rasgo cultural.

Es lógico preguntarnos: ¿de qué vale invertir en monitorear las actividades de nuestro gobierno? ¿Funciona como disuasivo para la corrupción? ¿Hace a los políticos y otros funcionarios responder a las necesidades de la ciudadanía? ¿Ayuda a la ciudadanía a sacar del poder a funcionarios corruptos con su voto? Son preguntas difíciles - se requiere de datos y de un análisis empírico sistemático para responderlas convincentemente.

Hace unos años, un grupo de investigadores - Luis Raúl Cámara Fuertes (UPR - Río Piedras), Rainer Schwabe (Banco de México) y este servidor - nos propusimos contestar estas preguntas para el caso de Puerto Rico. Encontramos que esta percepción de impunidad puede ser errónea, al menos parcialmente. Estudiamos la experiencia que hemos tenido con un programa de monitoreo que existe desde los años cincuenta - el programa de auditorías municipales de la Oficina del Contralor de Puerto Rico. Quizás esté de más recalcar que en estas jurisdicciones el mal uso de fondos públicos es un problema recurrente.

. Las auditorías de la Oficina del Contralor encontraron hallazgos clasificables como actos de corrupción en casi 7 de cada 10 municipios, durante el período que estudiamos (desde el año 1985 hasta el 2006).

. La Oficina del Contralor ha publicado aproximadamente la mitad de sus informes de auditorías municipales en momentos que consideramos oportunos - durante el período de dos años antes de cada elección. Es en este período que los hallazgos de mala administración bajo un alcalde incumbente salen a la luz pública con antelación a la contienda electoral.

. Las auditorías oportunas sirven de un gran disuasivo para la corrupción a nivel municipal: los hallazgos en los informes que consideramos como actos de corrupción se reducen en un 67% (aproximadamente).

. Además, en aquellos municipios donde se demostró haber altos niveles de corrupción en esas auditorías oportunas, sí se penalizó al alcalde, electoralmente hablando. Solamente uno de cada 10 alcaldes en cuyos municipios las auditorías reflejan altos niveles de corrupción son reelectos. En cambio, en aquellos con ningún hallazgo o con niveles moderados de corrupción, el alcalde incumbente tiene una probabilidad mucho más alta de salir reelecto - en entre 3 y 5 de...

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