Moody's da otro golpetazo

Por Joanisabel González

joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com

Ayer, en un escueto reporte de seis páginas, Moody's Investors Service informó que sacó a Puerto Rico de su lista de emisores de deuda de buena calidad. Esto, tras concluir que el curso de la actividad económica no será suficiente para contrarrestar el pésimo estado de las finanzas públicas.

En palabras algo rebuscadas de la analista Emily Raimes, la administración de Alejandro García Padilla tomó "medidas fuertes y agresivas" para hacer frente a los problemas que Puerto Rico gestó por años. Pero el peso de la deuda (que representa más del 50% de la economía), la merma en la liquidez del Gobierno y un restringido acceso al mercado de capital suponen que "el perfil crediticio de Puerto Rico ya no es consistente con las características de un grado de inversión".

En la jerga pueblerina, y en esencia, no importa a qué lugar usted mire (sea al Centro de Convenciones en Miramar o al puerto de Mayagüez), casi todo Puerto Rico -a los ojos de los inversionistas- exhibe un perfil crediticio de alto riesgo. Ello, porque la decisión de Moody's aplica sobre unos $55,000 millones de los $70,043 millones que la Isla ha emitido en deuda a la fecha.

Y ese perfil tiene un precio: intereses más altos cuando el Gobierno busque tomar prestado nuevamente y menos dinero para construir carreteras y escuelas, más horas para tramitar un permiso de conducir o menos referidos para laboratorios y recetas de medicinas a través de Mi Salud.

"Mientras algunos indicadores económicos apuntan a una estabilización, no vemos evidencia de crecimiento económico suficiente para revertir las tendencias financieras negativas de Puerto Rico", reza el reporte.

Así las cosas, Moody's empujó al mal llamado universo "chatarra", dos escalones abajo, al Gobierno central, al Banco Gubernamental de Fomento (BGF) y a ocho corporaciones públicas, entre ellas, la Autoridad de Energía Eléctrica, la Corporación de Financiamiento Municipal y la Autoridad del Distrito de Convenciones, así como los bonos de obligaciones de pensiones (POBs, por sus siglas en inglés), entre otros. La clasificación de estos se movió del escalafón Baa3 a Ba2.

Según Moody's, los únicos bonos que merecen la plena confianza de los inversores son los que emite la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina), pagaderos con el Impuesto de la Venta y Uso (IVU). Y con todo, la firma también los tiró entre uno y dos escalones abajo. Ahora, los bonos Cofina...

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