Una interpretación de la moral

RENÉ PEREIRA SOLÁ

PASTOR

¿Por qué a los grupos que estamos en posiciones opuestas respecto a la moral nos parece tan ilógica la posición de la "otra parte"? Mi escrito tiene como propósito definir las "dos mentes" que se están enfrentando en este "issue". Al decir dos mentes me refiero a dos maneras de pensar irreconciliables. Esto es así porque parten de dos puntos totalmente opuestos.

No es mi propósito cuestionar las buenas intenciones ni la sinceridad de los que difieren del punto de vista cristiano conservador, sino tratar de que entiendan por qué los cristianos no nominales defendemos con tanto fervor nuestras convicciones, y por qué la mente secularista no nos puede entender.

Primero quisiera definir lo que llamo un cristiano nominal: según la Biblia el cristianismo no es una religión típica. Tampoco lo era el judaísmo que es la plataforma de donde parte el cristianismo y de donde surge el Redentor que es el fundamento de nuestra fe.

El cristianismo, sin embargo, se diferencia del judaísmo en que se fundamenta en una experiencia en vez de en una serie de rituales. Esa experiencia tiene varios nombres, entre los cuales se usan "conversión", "nuevo nacimiento", "vida nueva", entre otros.

Nosotros, los que tenemos esa experiencia, pensamos que la religión ritual es realmente un intento de manipular a Dios y esconderse de él. Las palabras "señorío de Cristo", "soberanía de Dios" y "obediencia", van ligadas a nuestra experiencia. Para el cristiano comprometido con esa verdad, no se puede separar a Dios de su Palabra. Esto nos pone en punto de colisión con filosofías que promueven precisamente eso.

Es bueno señalar que hay minorías disidentes cristianas que abandonaron ese apego a las escrituras. En los años sesenta, con el auge del comunismo, se desarrolla una influencia de corte marxista en ciertos seminarios católicos y evangélicos llamada "teología de la liberación". Esta nueva tendencia, aunque tiene adeptos a nivel académico y en ciertas esferas jerárquicas, no tiene casi adeptos a nivel de las iglesias. La gente va a las iglesias para encontrarse con Cristo, no con la dialéctica marxista. La gente confía en el Cristo sobrenatural, Hijo de Dios y no en un Ché Guevara glorificado, que es lo que quieren hacer de él estos grupos.

Esa iglesia disidente coincide con los secularistas y hace alianza en contra de la Palabra con grupos de izquierda y con movimientos liberales. Hay otro grupo de cristiano nominal. Éste va a la iglesia por...

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