MOVIDA INCIERTA

Por Antolín Maldonado Ríos

arios@elnuevodia.com

Posada, junto al dominicano Rafael Soriano y a A.J. Burnett, fue puesto anteanoche en la lista de waivers por Nueva York, un proceso que abre las puertas a que sea transferido de equipo pero que, por otro lado, no le pone una camisa de fuerza a los Yankees ni los obliga a salir del receptor, que está próximo a cumplir su 40 años.

A eso añádale que el boricua, según las reglas del béisbol, tiene derecho a vetar cualquier cambio por llevar 10 años o más en las Grandes Ligas y cinco o más con el mismo equipo. Además, el proceso de waivers suele ser a veces una movida de los equipos para conocer si existe algún interés por parte de otros equipos.

No obstante, este nuevo capítulo debe añadirle contrariedad al jugador, que ha vivido un sube y baja emocional en el 2011 desde que le quitaron la posición de receptor.

El santurcino, que al finalizar la temporada 2011 se convertirá en agente libre, encara antes de que concluya la campaña una de varias opciones, lo que a su vez supone un mar de incertidumbre. Esto a diferencia de 2007, cuando también se convirtió en agente libre pero meses después firmó de nuevo con los Yankees por cuatro años y $ 52.4 millones ($ 52,400,000).

Según las reglas del sistema waivers, en que un jugador entra en una especie de limbo en que puede ser reclamado por otro equipo, Posada podría ser cambiado por Nueva York en un término de dos días a partir de la fecha en que fue colocado en la lista; o sea, hasta hoy. Si se vence el plazo y no lo reclama nadie, Nueva York podría optar por cambiarlo de todos modos y...

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