LA MUCHACHA DE LOS HURACANES
Por Ana Teresa Toro .ana.toro@elnuevodia.com
fotos por Xavier j. Araújo
De ahí que por años artistas de todo periodo histórico han explorado este material con mayor o menor intensidad. Asimismo, el arte de nuestro tiempo desde sus múltiples vertientes ha presentado notables propuestas que reivindican este material en medio de una era digital en la que su uso ha pasado a otra escala. Esto sumado al complejo contexto de la producción de papel, tan duramente criticada desde la perspectiva de la defensa del medio ambiente.
Aún así, el papel tiene un lugar vivo en la cultura contemporánea y su maleabilidad sigue seduciendo a los artistas que se atreven, ya sea desde las artes del libro o desde su propia producción plástica a enfrentarse a este material que pertenece a tan amplia tradición de creación.
La artista Frances Gallardo (1984) es una de estos artistas que responden a esta tradición y, aunque trabaja con multiplicidad de materiales, su trabajo se ha dado a conocer principalmente por su delicada y elaborada atención a este material con el que confiesa tiene una relación de "amor odio".
"Para mi es a veces como una cruz literalmente porque cargo con él a donde voy y pesa tanto como un tronco pero es un material increíble, hay tanta variedad, puedes cortarlo, manipularlo, llevarlo a lo tridimensional. Es un material bien plástico, reciclable, tiene esa maleabilidad, esa plasticidad es algo que me llama mucho la atención. Reacciona rápidamente a lo que le hagas. Mi trabajo siempre se trata de alguna manera de mucho esfuerzo, mucha paciencia", comenta esta joven artista quien el próximo 3 de octubre presentará su pieza Watch Tower en el Museo de Arte de Puerto Rico como resultado de su trabajo de un año como una de las tres becarias del 2012 de la Beca Lexus para Artistas.
Se trata de una pieza a través de la cual yuxtapone inquietudes como los efectos del cambio climático y nuestra vulnerabilidad ante la naturaleza y las revoluciones sociales a partir de la Primavera Árabe y acercándolas al contexto puertorriqueño desde experiencias como la más reciente huelga universitaria.
"Es una cuadrícula de madera, una torre de 16 x 16 pies y la imagen es como un doble juego de miradas entre un tornado y una protesta civil. Hay unas similitudes formales y conceptuales en ambas cosas, desde las formaciones de nubes hasta los gases lacrimógenos, hay muchas condiciones que deben darse y que son imprevisibles. Son dos fenómenos y de pronto suceden"...
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