El mudo

Karisa Cruz Rosado

Y eso diseminó, lo más bonito, lo más sabio, que es la paz, con su canto de cantor. Facundo Cabral. Un hombre de luz que habitó en la sombra. Y por ser de luz, le prendió la luz a la sombra. Y la hizo luz. Brillante.

Ya dolido por el tiempo. Por una enfermedad que sólo maltrataba su cuerpo, pero que dejaba intacto su corazón, que amaba, vivió sus 74 años. Con altas y muchas bajas. Este señor que no habló hasta las 9 primaveras. Mucho debe haber observado en silencio. Para luego ser vehículo de la obra en él del Dios de todos, eso dijo su mamá, Sara, y él lo repetía constantemente.

Pero a la paz la mata la violencia. Y este maestro, como se titula desde el sábado pasado, que fue "asesinado", se fue enviado, con brutalidad, a su mudanza con el Altísimo.

Y bajan las gotas de lluvia de la cara hasta las manos. Y vienen los recuerdos...

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