Muere el primer AmeRican

Por Carmen Dolores Hernández

Especial El Nuevo Día

Nacido en 1951 en Santurce, emigrado a aquella ciudad a la edad de nueve años, Tato perteneció al grupo de los "Nuyorican Poets" que surgió en los años setenta. Su obra se inscribía en una estética que reflejaba, en temas y en lenguaje, la experiencia de la marginación que sufría la comunidad puertorriqueña. Como los "Beats", los poetas Nuyorican expresaban las incongruencias entre una sociedad "establecida" y aceptada y los grupos rechazados y mal vistos de los "ghettos" donde vivían los boricuas, especialmente el Lower East Side. Una corriente de protesta contra la injusticia corría por toda esta poesía, que exhibía un marcado desprecio por las convenciones e introducía temas entonces proscritos: el homosexualismo, la drogadicción, el rechazo del "sueño americano".

Los poetas Nuyorican -grupo al que también pertenecieron Miguel Algarín, Pedro Pietri, Miguel Piñero, Papoleto Meléndez y Sandra María Esteves- cultivaban la poesía oral: estaban prestos siempre a recitar ante públicos formales o improvisados. Aun cuando la escribían, lo hacían con las palabras del habla cotidiana de los puertorriqueños en Nueva York. El "Spanglish" o "Code-switching" era su medio de expresión y el ritmo de la música criolla se reflejaba en sus obras.

El caso de Tato Laviera era especialmente interesante dentro de esa estética porque creía que el rol del poeta en una sociedad era documentar la experiencia de su comunidad. "In the final analysis/ I am nothing but a historian/ who took your actions/ and jotted them on paper...", dice en el poema "para ti, mundo bravo" de su libro La Carreta Made a U-Turn. Su poesía conformaba una afirmación de la comunidad puertorriqueña de los Estados Unidos como un grupo que -lejos de asimilarse- había forjado una nueva identidad, ni enteramente americana ni totalmente puertorriqueña ya, sino "AmeRican", como dijo en su poemario de ese título. Esa comunidad guardaba con celo y pasión las tradiciones más entrañables de la Isla. En "nuyorican", uno de los poemas de ese libro, le echa en cara a la Isla el desprecio con que mira a los...

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