La muerte de la imaginación

Por Benjamín Torres Gotay

btorres@elnuevodia.com

Pues uno mira los problemas que enfrentamos, y las propuestas que están haciendo para solucionarlos quienes aspiran a gobernarnos, y no puede evitar que le venga a la mente precisamente eso. El país se resquebraja poco a poco bajo el peso de complejísimas dificultades y, tanto los que nos gobiernan como los que aspiran a hacerlo, lo que proponen es enfrentarlo con pistolitas de agua.

Por ejemplo, todo el que sabe de esto, y está libre de las pesadas cadenas partidistas, dice que, a más tardar en el 2015, el gobierno va a estar insolvente porque para entonces se habrá acabado el margen prestatario que nos ha permitido seguir sobreviviendo más o menos en medio del déficit estructural que lleva más de una década succionándonos la vida.

Lo mismo pasa con los sistemas de retiro del gobierno, que entre todos tienen un déficit de poco más de $ 25,000 millones y dentro de unos años no tendrán dinero para cumplir con sus obligaciones. Esto, para colmo de males, ocurre al tiempo que nuestra población enfrenta un acelerado proceso de envejecimiento por la reducción en la tasa de natalidad y la emigración masiva de cientos de miles de compatriotas que, en edad productiva, decidieron que este país no tiene nada que ofrecerles y cogieron la ruta del norte.

De ninguna de las dos cosas dicen una palabra que tenga sentido ni quienes nos gobiernan ahora ni quienes aspiran a ser electos en las elecciones de noviembre. Se limitan a culparse unos a otros, mientras cruzan los dedos a ver si el problema se soluciona solo.

Aquí, igualmente, hace tiempo que no tenemos un modelo económico que funcione, de lo que da muestra el inmenso tamaño de la economía informal, la inmensa cantidad de gente en edad productiva - 6 de cada 10, por lo menos - que no tiene ocupación formal y la tasa oficial de desempleo que no ha bajado del 12% en más de 20 años, cosa insólita a pesar de que ya no nos lo parezca de lo acostumbrado que estamos a verlo así.

Estos son solo algunos ejemplos de los brutales problemas que amenazan con partirnos por la mitad y para los cuales ningún político ha planteado una solución que parezca que tiene sentido.

Pero nada ilustra mejor el cementerio de ideas en el que vivimos que el problema del crimen. La crisis de violencia que vivimos se agrava cada día y lo único que se les ocurre a nuestros gobernantes es seguir repitiendo las mismas viejas fórmulas que generación tras...

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