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'Esas muertes se pudieron evitar'

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Por Gloria Ruiz Kuilan

gruiz@elnuevodia.com

Luego de que miraron por las ventanas traseras de la residencia, se dieron cuenta de que la casa de al lado se estaba quemando y que los gritos eran de sus vecinos.

Blanca Ruiz recuerda particularmente los gritos de Cristal Ortiz Marrero, de 18 años, sobrina de Ángel Marrero García, propietario del hogar sustituto Hogar La Providencia, ubicado en Río Plantation, Bayamón: "¡Auxilio! Ayúdenme. Nos estamos quemando. Nos vamos a morir. Por favor ayúdennos".

El lugar era el hogar sustituto de dos personas de la tercera edad y una paciente mental. Todos murieron.

Ángel, el propietario, también gritaba y por momentos se detenía para implorar al Todopoderoso.

"Los viejitos no (no se escuchaban). Pienso que no se iban a escuchar porque no tienen fuerza", relató Maribel Chiclana, hija de Blanca y Pedro Chiclana.

"Papi en un momento ya no podía más y se puso de rodillas a rezar", agregó.

Las llamas de un rojo intenso salían "por toda la casa" contó Chiclana.

Los vecinos fueron los que llamaron al sistema de emergencias 911 cerca de la 1:45 de la madrugada. Acto seguido, se conformó un ejército de voluntarios.

"Mi papá rompió las ventanas. Buscamos pala, sábanas y le echamos agua con mangueras", dijo Maribel Chiclana.

Clara García Moreno, de 63 años, la administradora del hogar y madre de Ángel, se encontraba durmiendo en la parte de abajo de la casa -de dos niveles- cuando se percató del siniestro. Pudo salir del lugar, según contó, porque su nieto rompió el portón del hogar con un tubo.

"Yo no podía abrir. Metía las llaves (al candado) y no sabía cuál iba a meter", dijo la mujer transcurridas horas del siniestro. Dijo que su nieto, quien trabaja en un establecimiento de comida rápida, acababa de llegar de sus labores y estaba fuera de la casa.

En el interior de la casa permanecían el hijo y la nieta de doña Clara así como los tres pacientes del hogar sustituto. Estos últimos eran Madeline Montalvo, de 32 años; Francisco Padilla, de 85; y Carmen Rodríguez, de 91. Los tres murieron al no poder ser rescatados. Madeline era paciente mental que estaba al cuidado de doña Clara desde...

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