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Muestran imágenes de sus últimos momentos

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Vincent

Lucía alegre y relajado. El banquero Maurice Spagnoletti caminaba con paso casual y girando una sombrilla con su mano derecha mientras se acercaba a su auto en el estacionamiento de Doral Bank, al cabo de su jornada de trabajo, sin saber que momentos después sería asesinado a tiros, la noche del 15 de junio de 2011.Eran los últimos instantes en que se vio con vida al vicepresidente de Doral Bank y quedaron registrados en vídeos de cámaras de seguridad que fueron mostrados ayer durante el duodécimo día del juicio en el Tribunal Federal del Viejo San Juan.Con un agente federal en el banquillo de los testigos, el Ministerio Público proyectó las imágenes para mostrar lo que ocurrió en el banco momentos antes del crimen.La fiscalía federal se enfocó en los movimientos del banquero y de uno de los acusados por su asesinato, Alex Burgos Amaro, dentro del edificio que era la sede principal de Doral para aquel entonces, en la avenida Roosevelt, en San Juan.Burgos Amaro vestía el uniforme de la compañía SJ Tropical, que daba servicios de mantenimiento en Doral y que pertenecía a otro de los coacusados, Rolando Rivera Solís.Con esos vídeos, fue la primera vez que el jurado de nueve mujeres y tres hombres veía con vida a Spagnoletti.En su primera toma, a eso de las 6:46 p.m., se ve al banquero sonriente, aparentemente bromeando, a medida que se acercaba a paso lento para conversar con otro hombre que está de espaldas a la cámara, antes de salir de la imagen, mientras aparentemente hablaban con alguien a través del marco de una oficina.Al menos, por lo que se veía en esos breves instantes, no se percibía que Spagnoletti estuviera abrumado por los problemas financieros y conflictos administrativos que se han descrito para esa época en el interior de aquella institución financiera, disuelta en 2015.Aproximadamente 10 minutos después, a las 6:57 p.m., se le ve salir de su oficina con un maletín. La sombrilla iba acostada debajo de los mangos del maletín.Caminó hacia los elevadores, sin prisa, atravesando espacios con cubículos sin empleados. A esa hora, no se vio a nadie por las áreas del noveno piso que atravesó. Frente a los elevadores, esperó tranquilamente, acomodándose las mangas de la chaqueta. De repente, se da la vuelta y entra al ascensor.Durante su testimonio, el agente Miguel Rodríguez, del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés), declaró que analizó los vídeos para compararlos con la bitácora del registro de las tarjetas de acceso...

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