Un mundo paralelo de discrimen
Por Gloria Ruiz Kuilan y Jessica ríos viner
gruiz@elnuevodia.com y jessica.rios@gfrmedia.com
"Eduardo Torres" (nombre ficticio) recuerda que desde el 2009 su vida cambió. Ese año quedó desempleado y permanece así hasta el momento.
Laboraba entonces como enfermero práctico en un hospital del área metropolitana y, como de costumbre, telefoneó para pedir sus turnos. Para su sorpresa, la nueva supervisora, una mujer de fuertes creencias religiosas, le dijo: "No tengo turnos para ti".
"De la noche a la mañana fui removido de mi puesto aunque era un empleado regular y con un expediente de excelencia, con cartas de recomendación de pacientes y de otros hospitales", contó el transexual, una persona que ha hecho cambio físico y cosmético en su cuerpo contrario al sexo con el que nació.
Dijo que a sus demás compañeros les siguieron dando turnos y a él no. Eduardo optó por radicar una demanda por discrimen por su orientación sexual.
Al cabo de unos meses, el hospital decidió transar el pleito por unos pocos miles de dólares. La cantidad fue aceptada por el enfermero graduado que fue advertido por sus abogados de que no había un andamiaje legal que lo apoyara en su reclamo.
Transcurridos cuatro años de su nefasta experiencia laboral, Eduardo confía en que el proyecto 238, que busca prohibir el discrimen por orientación sexual o identidad de género, ayude a personas como él que hoy pasan desapercibidas por el radar de las leyes.
"Va a ayudar enormemente. Fíjate que en mi caso no se pudo seguir la demanda por discrimen de orientación sexual", manifestó.
El proyecto, que es una promesa de gobierno de la presente administración, fue aprobado el viernes en la Cámara de Representantes con enmiendas que distan bastante de la versión aprobada en el Senado. Por lo tanto, debe ir a Comité de Conferencia en pos de un consenso.
La Cámara eliminó enmiendas a la Carta de Derechos del Veterano, a la Carta de Derechos del Joven, a la Ley de Derechos Civiles de Puerto Rico, a la prestación de servicios en agencias del Gobierno y a lo que concierne al alquiler, venta y financiamiento de vivienda. Son espacios que, según anécdotas de los entrevistados, son semillero del discrimen por orientación sexual.
Eduardo relató que las experiencias de discrimen y de humillación no se producen solo en el campo laboral sino hasta en agencias de gobierno.
"Yo soy un transexual. Se hace bien difícil salir a buscar un empleo y que la gente confíe solo porque se fijan en tu imagen...
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