Mundos de aroma y gusto
Por Carmen Graciela Díaz
Especial El Nuevo Día
Pero más allá de disfrutar del acto culinario, recurrir a restaurantes como los que te presentamos a continuación develan una conjunción cultural, con intensos tonos mundiales que rebasan el sazón local.
El Negocio de Panchi, por un lado, sigue como credo la frescura de ingredientes para innovar con una gastronomía creativa internacional. Lola Eclectic Cuisine, de otra parte, se encandila por creaciones más autóctonas, pero en el marco de una esencia internacional, particularmente caribeña.
Ciertos nombres saben a seducción. Lola es uno de ellos y para el matrimonio compuesto por Francine Méndez y Manuel Pizarro esas cuatro letras invocaban la identidad del restaurante que ambos levantarían dentro del hotel Ramada de la Ciudad Señorial.
Lo lograron y en el marco de su segundo aniversario, los propietarios de Lola Eclectic Cuisine abrieron las puertas de este establecimiento para relatar su historia y la filosofía culinaria que lo rige.
Lola abraza el carácter ecléctico tanto en el diseño interior como en sus platos, explica Méndez. "Los pisos son originales de 1882 porque estamos en una estructura colonial", indica del espacio para el que diseñó la decoración con aires contemporáneos y de antaño.
Pero son las creaciones que se cocinan en este local las que se encargan de validar la personalidad internacional con clara fusión caribeña de Lola. Según Méndez, para así complacer tanto el paladar del turista como el del puertorriqueño que los visita.
Como prueba de ello, algunas de las especialidades de la casa son el filete de dorado en salsa de langosta acompañado de un risotto de tres quesos, la pechuga de pato en salsa naranja con arroz frito y los medallones de cerdo envueltos en tocineta junto a un mofongo de yuca.
El chef Ángel Santiago explica que para él es clave que hasta el plato más internacional tenga la huella puertorriqueña. Para lograr eso, indica que en la cocina no faltan el recao, el cilantro, el mangó y la naranja.
Los comensales notarán que el menú dedica un nutrido segmento a las entradas, ideadas no solo como aperitivos sino como tapas para quienes no vayan a almorzar o cenar. Otra fracción del menú, "La Lola criolla", se encarga de saciar el hambre de los gustos más tradicionales con platos como un chillo frito o mofongos de yuca rellenos de churrasco, pollo, camarones o carne frita.
Entre los postres de la casa, Méndez distingue el crème brûlée de Grand Marnier, el...
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